Cuando alguien nuevo llega al barrio siempre aparecen defensores y detractores, y con ellos las disputas. Al principio son tonterías, pero luego uno de esos roces puede acabar en un juzgado. Eso es lo que le ha pasado a Citroën y Polestar, que no son lo que se dice unos amigos dentro del sector. De hecho, Polestar ha tenido que cesar temporalmente las ventas de sus modelos en Francia tras una denuncia por parte de Citroën.
Si uno quisiera entrar la página web de Polestar Francia para configurar su coupé o su sedán, lo único que aparece es el siguiente mensaje: “L’accès au site Polestar n’est pas accessible au public français en raison de restrictions territoriales d’usage des marques françaises n°016898173 et n°01689532” (“El acceso al sitio [web] de Polestar no es accesible para el público francés debido a restricciones territoriales en el uso de las marcas francesas n°016898173 y n°01689532”). Esas son Citroën y DS Automobiles.
Según el diario francés The Connexion, Citroën declara que el logotipo de Polestar infringe la marca registrada de su insignia de doble chevrón. En particular, la compañía parisina señaló dos marcas comerciales que creen que la subsidiaria de Volvo de altas prestaciones ha violado por su similitud. Si bien es difícil creer que alguien confunda los logotipos, ambos tienen dos chevrones: Citroën los tiene apilados uno encima del otro, mientras que Polestar los cruza entre sí para crear la forma de una estrella parcial.
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La marca sueca lleva meses luchando con Citroën. Tras varios comentarios de internautas que apuntan a la similitud entre la estrella polar y los chevrones, Citroën decidió remitirlo a la justicia en julio de 2019. Esta dictaminó el 4 de junio de 2020 que “la empresa Polestar Performance ha dañado la reputación de las marcas francesas n°3422762 y n°3841054, de las cuales la compañía Automobiles Citroën es propietaria”. Según esta última, el logo de Polestar dañaría su identidad de marca [y la de DS].
Además de una multa de 150.000 euros por daños y perjuicios, el tribunal judicial de París ordenó que se suspendiera el uso del logotipo en Francia a partir de los 3 meses posteriores a la mención de la sentencia y por un período de 6 meses. Salvando las distancias, es una disputa que también recuerda a la que tuvo Peugeot con Porsche en los 60. La firma del león tenía en ese entonces registrado las cifras de tres números con el cero en medio, y Porsche cambió el nombre de su deportivo de 901 a 911.
La etiqueta Polestar no tuvo un comienzo fácil. Preparador independiente de Volvo en la década de los 90, la firma se unió oficialmente a Volvo en 2015 para convertirse en su departamento de competición, como un Motorsport para BMW o AMG para Mercedes-Benz. Dos años más tarde, anunció el regreso a la independencia, pero esta vez como una marca de automóviles en toda regla. Por supuesto, Polestar es hoy, como compañero local, propiedad del gigante chino Geely. Y cierto es que nadie negará la conexión de los modelos 1 y el 2 con la gama actual de Volvo.
Fuente: The Connexion