Mientras muchos fans de Apple esperan con ansiedad la llegada del nuevo iPhone 6s (si eres uno de ellos, no hiperventiles, el 9 de octubre estará en las tiendas). Pero es muy posible que los beneficios que genere ese smartphone, que ya es el que mejor arranque de ventas ha tenido en su historia se dediquen a crear el «dispositivo móvil definitivo», como definió Jeff Willimas, vicepresidente senior de operaciones de Apple, al coche el pasado mayo.
No es ninguna novedad. Ese verano se confirmó (era un secreto a voces) la existencia del Proyecto Titán. Todo parece indicar que ahora el ritmo de trabajo se incrementa, ya que según las últimas filtraciones Apple tiene el objetivo de lanzar en 2019, un año antes de lo previsto por los analistas, un automóvil eléctrico, que comercializaría bajo su propia marca.
Este movimiento va mucho más allá del Apple CarPlay, el primer paso de conectividad en el automóvil, que la firma de Cupertino comparte con otros fabricantes para facilitar el uso de sus dispositivos en el coche. Convertirse en un nuevo actor de la industria automovilística pondrá alerta al actual status quo, pero no se sabe aún si contará con socios para llevar a cabo la producción de los futuros coches eléctricos… que en principio no serán autónomos.
El primero paso será triplicar el equipo de 600 personas que actualmente trabaja en el proyecto Titan. A finales de julio, se conoció el fichaje de Doug Betts, ex vicepresidente global de Fiat Chrysler. También nos contaban desde Mac rumors que se incorporaban ingenieros de Tesla especializados en conducción autónoma (si bien no está en la lista de prioridades), como Jamie Carlson, que trabajaba con el firmware de pilotos automáticos y que anunció en LinkedIn, su paso a la división de «proyectos especiales» de Apple.
El aumento de la partida destinada a la investigación y desarrollo, encaja con la idea de que Apple desea desembarcar en un mercado completamente nuevo… ¿Tendrá éxito? Esperaremos a tener algo más de información para emitir un veredicto, pero ya hay expertos que vaticinan que será un bacatazo de impresión.