Hay pocos fenómenos que llamen tanto la atención del seguidor del mundo del motor como los coches abandonados. Hablamos de esos que tienen cierto valor por su singularidad o por su estado, con los que los aficionados podrían fantasear llevándolos a su garaje. Por lo tanto, hechos como encontrar un concesionario de Ford abandonado son aún más destacados. Además, en este caso parece que se detuvo el tiempo en uno de los mejores momentos de la firma del óvalo, conservando algunos ejemplares en perfecto estado.
Al contrario de lo que podríamos pensar a priori, estas instalaciones no han sido halladas en Estados Unidos, cuna de Ford. Se trata de un concesionario situado en Alemania que parece que cerró sin previo aviso en algún momento de la década de los 80 y que ha permanecido inalterado hasta hoy. Fue encontrado por Auto Retro y reflejado en su canal de YouTube. Hay que aclarar que el edificio está cerrado y que no ha sido vandalizado, por eso los coches se mantienen en ese estado y por eso las imágenes han sido tomadas desde el exterior.
Afirman que lleva 37 años abandonado, por lo que su cierre dataría de 1986. La verdad es que cuadra bastante teniendo en cuenta los vehículos que están en la exposición sin matricular siquiera. El viaje en el tiempo nos lleva a ver modelos bastante normales como un par de Ford Sierra (uno familiar), un Ford Fiesta S Mk2, un Ford Escort y un Ford Orion. Por desgracia no hay ninguna versión deportiva XRi, ni RS y tampoco Cosworth. También era mucho pedir encontrar la joya de la corona de la época: el Ford RS200.
Lo que hay que valorar es el buen estado de esos coches y también la llamativa historia que hay detrás. Provienen de Ford que había llegado a más de 300 coches de stock y era independiente de la marca. Su propietario falleció en 1994 y la familia fue vendiendo casi todos los vehículos que tenían. Los restantes fueron llevados a estas instalaciones a modo de sala de exposición / homenaje a su antiguo propietario. La viuda lo fue cuidando durante los años e incluso recibió visitas de los curiosos, algo que cortó cuando empezaron a robarle algunas piezas.
Actualmente la gente puede seguir acercándose a ver los coches que quedan desde fuera, aunque no se sabe el porvenir que tendrá esta pequeña cápsula del tiempo de Ford. Parece que la viuda del propietario está en una residencia y que el resto de la familia no se preocupa demasiado por el mantenimiento de los coches o de las instalaciones. Ojalá las generaciones venideras de la familia quieran rescatar estos tesoros y ponerlos a funcionar.
Fuente: Auto Retro