Como todos sabéis por las noticias, el seísmo ocurrió a las 2:46 pm hora local del pasado viernes, 11 de marzo, frente a las costas de Sendai, en el nordeste del país. El temblor también provocó un tsunami que inundó las zonas costeras. Numerosas réplicas han sacudido la región horas después.
El terremoto, considerado como el más fuerte en la historia del país ha provocado incendios en varias refinerías de petróleo y ha obligado a cerrar 11 reactores nucleares. Además, el seísmo, ha forzado a las grandes compañías a cerrar algunas de sus plantas, que han sufrido numeroso desperfectos.
La destrucción de importantes infraestructuras que ha provocado el movimiento de tierras y los posteriores maremotos amenazan seriamente la economía de la tercera potencia mundial. Los expertos coinciden en que en estos momentos es imposible calcular las consecuencias a nivel económico. En cualquier caso, por ahora las fábricas están paralizadas, los campos inundados y el abastecimiento energético cortado. Numerosos aeropuertos han tenido que ser cerrados temporalmente, así como los puertos, por donde tienen lugar la mayoría de las exportaciones.
Entre las zonas más afectadas por el seísmo, la prefectura de Sendai es un importante núcleo en el sector de la fabricación de automóviles. Por ejemplo, Toyota Motor Corporation tuvo que parar la producción en sus plantas en el norte de Japón y está a la espera de la evaluación de daños. El mayor fabricante de coches del mundo, se ha visto obligado a evacuar a los trabajadores de varias fábricas en la zona del seísmo. Cuenta con dos plantas de componentes en el norte de Japón y tiene dos filiales, Kanto Auto Works, Ltd. y Central Motors Co. En enero ésta última abrió una nueva factoría de montaje a sólo una hora en coche de Sendai. Esa planta, con una capacidad de 120.000 vehículos, fabrica el Yaris para su exportación a los EE.UU.
Un ejemplo gráfico lo podéis ver en las imágenes adjuntas, en el Puerto de Hitachi en la prefectura de Ibaraki, donde el tsunami, provocado por el terremoto, asoló la costa japonesa del Pacífico dañando al menos 2.300 vehículos de las marcas Nissan e Infiniti, que estaban allí a la espera de su envío a los concesionarios de EE.UU. y otras partes de Japón. Los coches estaban estacionados en dos puntos de carga del puerto cuando las olas gigantes los barrieron, literalmente, apilándolos unos encima de otros, como si de coches de juguete se tratara.
Por su parte Nissan Motor Co. también ha suspendido sus operaciones en las fábricas de todo el este de Japón. Se han producido pequeños incendios en dos plantas de ensamblaje, incluida la fábrica donde se producen el sedán Infiniti M y el deportivo Nissan GT-R. Responsables de Nissan han declarado que sus plantas permanecerán cerradas durante el fin de semana, y decidirán si se debe reanudar la producción el lunes después de evaluar los daños del terremoto.
Honda ha cerrado dos plantas de ensamblaje inmediatamente después del temblor, pero un portavoz de la compañía ha dicho que la planta de motores situada en el centro de Suzuka reanudará la producción a la mayor brevedad. Sin embargo, la planta de la empresa en Sayama, al norte de Tokio, y más cercana al epicentro del terremoto, tuvo que ser cerrada la noche del viernes, y no están seguros de que la producción se pueda reanudar en breve plazo.
También numerosas empresas de componentes se han visto seriamente afectadas. Toyota Boshoku Corp., un proveedor de Toyota Motor, ha comunicado daños en una planta en Miyagi. Denso Corp., el mayor fabricante de Japón de piezas para el automóvil, ha declarado que una planta en construcción al sur de Miyagi ha sido dañada.
Otra consecuencia se refiere al precio del petróleo, tan castigado últimamente con los vaivenes políticos de los países árabes. Pero en contra de lo que pudiéramos pensar, los precios bajaron en los mercados a causa del terremoto, ya que Japón es el tercer país con mayor consumo de materias primas después de China y Estados Unidos. El barril de Brent se pagaba a 114,20 dólares, es decir, caía 1,23 dólares, respecto a la jornada anterior. Debemos recordar que Japón depende de las importaciones para casi todas las materias primas que consume. Se espera que la demanda de petróleo caiga a corto plazo, como consecuencia del seísmo.
No obstante, y para finalizar, 72 horas después de ocurrido uno de los mayores terremotos de la historia, las noticias son aun bastante confusas. Independientemente de ello, la experiencia nos demuestra que el pueblo japonés está acostumbrado a renacer de sus cenizas… (la historia nos lo corrobora). No tenemos ninguna duda de que saldrán adelante, y aunque el golpe en su economía ha sido muy importante se pondrán inmediatamente manos a la obra con la disciplina y el pundonor que les caracteriza.
Desde aquí nuestro más firme apoyo.
http://www.youtube.com/watch?v=VMPUZTm5vAc