A principios del siglo XX; Henry Ford revolucionó la producción de automóviles con la introducción de la cadena de montaje para fabricar el icónico Ford T. Ahora, casi un siglo después, un coche acaba de ser fabricado un coche gracias a un proceso que podría convertirse en una revolución, la impresión en tres dimensiones.
Su nombre en código es Urbee, el primer coche de la historia cuya carrocería, incluídos los cristales de su enorme parabrisas, se han creado por impresión en 3D, que luego hubo que montar con un proceso de manufactura más convencional.
Diseñado desde cero con la máxima de ser ambientalmente sostenible, el Urbee ofrece algunos números de eficiencia de combustible realmente impresionantes. El vehículo se mueve con motores de electricidad y gasolina (o etanol), una mecánica híbrida en paralelo con la que consumiría 1,2 litros en carretera y sólo 2,3 litros a los 100 km en ciudad.
Así, su consumo medio combinado (carretera y ciudad) se quedaría en 1,6 litros cada 100 km, con lo que cada kilómetro recorrido apenas costaría 3 céntimos de euro, todo un récord. Y se cargaría en una noche mediante un enchufe eléctrico convencional.
El Urbee es el resultado de una colaboración entre Kor Ecologic, un grupo de ingeniería de la ciudad estadounidense de Winnipeg, y los fabricantes de máquinaria industrial Stratasys, que son los responsables de la impresión de los componentes exteriores del vehículo.
Esta compañía Stratasys usó modelo de fusionado, que crea partes de plástico aplicando termoplásticos reales en capas de abajo hacia arriba. Este proceso posibilita eliminar herramientas, maquinaria y trabajos manuales, además de mejorar la eficiencia cuando es necesario un cambio en el diseño.
¿Que cómo conocimos esto? El Urbee compitió en los Premios Automotive X y una versión a tamaño real se expuso junto a otro modelo a escala 1:6 el mes pasado en el Salón de Las Vegas.
Vía: Urbee
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