Talbot es uno de esos fabricantes de coches desaparecidos que todavía siguen en la memoria colectiva de los amantes del mundo del motor. La fase de esplendor de la firma británica tuvo lugar a principios del siglo pasado, dejando ejemplares tan destacados como el Talbot-Lago T150-C SS «gota de agua». Pero hoy venimos a contar la historia de cuando fue rescatada por Peugeot, un hito del que se están cumpliendo 40 años.
La década de los 60 fue clave para la marca francesa, que comenzaba a tener repercusión en el mercado a nivel internacional después de estar más que consolidada en Francia. Tanto fue así, que en 1974 compraron Citroën y quedó conformado el Grupo PSA. Poco después también comenzarían las negociaciones con Chrysler para expandirse a Estados Unidos. Aunque no pudieron comprar la compañía americana, se llegaron a varios acuerdos de colaboración interesantes.
Tras un par de colaboraciones que no salieron bien del todo, Peugeot ofreció una contribución de liquidez menor a cambio de más de las acciones de Chrysler y consiguió que se complicase el intento de nacionalización de sus fábricas por parte del gobierno francés. Ahora como grupo internacional solo les quedaba solucionar un tema de marketing: vender los coches producidos en las fábricas de Simca.
Ahí es donde entra Talbot, que había estado desaparecida durante unos veinte años dentro de la propia Simca. Pasó a formar parte del Grupo PSA y a partir de 1979 se comenzaron a mover los hilos. En Reino Unido todos los modelos de Chrysler pasaron a ser Talbot para ganar esa influencia en el país de fundación de la marca originalmente. En Europa comenzaron a salir modelos como los Samba, Horizon, Solara o Tagora; todos basados en ejemplares de Simca o de Chrysler. Curiosamente se fabricaron en Finlandia (Uusikaupunki) y en la fábrica de Madrid (Villaverde), que actualmente sigue siendo propiedad de PSA.
Pero fue un idilio que no duró demasiado. En 1986 se cesó toda la producción de turismos de Talbot, siendo algunos comercializados bajo Peugeot como el 309 (iba a ser el Talbot Arizona). Lo único que siguieron fabricando fue la furgoneta Talbot Express hasta que en 1994 se cerró la empresa de forma definitiva. Hace una década se planteó su renacimiento como marca de bajo coste para el Grupo PSA en mercados emergentes (algo así como Dacia para Renault), pero finalmente se desechó la idea.
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