Se llevaba varios meses hablando de un posible acercamiento entre dos grandes grupos automovilísticos y fue finales de octubre cuando se confirmó la noticia. Grupo PSA y Fiat Chrysler Automobiles (FCA) unían fuerzas para lograr hacer frente a otros gigantes de la industria. Finalmente se ratifica esa fusión al 50 % de ambas partes con la intención de colocarse como uno de los referentes y mejorar en aspectos como la capacidad empresarial o la innovación en cuestiones de movilidad.
Así de primeras estamos hablando de que PSA-FCA se convertirá en el cuarto fabricante a nivel mundial por volumen, incluso llegaría a la tercera posición si hablamos de ingresos. Si continuan las previsiones que manejaban ambos grupos, con esta unión se alcanzarían unas ventas anuales de 8,7 millones de vehículos, mientras que los ingresos se situarían en 170.000 millones de euros. También habría que destacar un beneficio operativo de 11.000 millones de euros, con un margen del 6 %.
Esa capacidad financiera y ese margen permitirían a la nueva entidad invertir a largo plazo en todo tipo de tecnologías y mejoras. Además, destacará por su presencia a nivel global gracias a la disparidad de sus marcas y procedencia de las mismas. FCA siempre ha destacado por su posición en Norteamérica (con Jeep principalmente) y Sudamérica, mientras que PSA destaca por sus buenos resultados en Europa. Se espera que ahora consigan un equilibrio superior, con un 46% de los ingresos viniendo de Europa y un 43 % de Norteamérica.
Otra de las claves que se busca en una fusión de esta magnitud es el ahorro de costes, llegando a una economía de escala destacada. Ya se habla de que dos tercios de los modelos (unos 3 millones de coches) se asentarán sobre dos plataformas. Parece que las más adecuadas son las de PSA, concretamente la EMP2 y la CMP, pues ya están preparadas para la electrificación y están dando resultados en algunos lanzamientos recientes.
Ya se ha calculado el ahorro que podría lograrse con la unión de PSA-FCA. Se habla de un 40 % en términos de producto, plataformas y tecnologías; en total 3.700 millones de euros. En el ámbito de las compras también conseguirían ahorrar otro 40 % por la economía de escala, mientras que en marketing, técnico y logística se ahorrarían un 20 %. Por otro lado, se estima que el coste total de alcanzar estas sinergias sería de 2.800 millones y que se completaría al 80 % para el cuarto año. Eso también les servirá para centrarse en la movilidad del futuro y en la reducción de las emisiones.
Si nos centramos en el organigrama, habrá una Junta compuesta por once miembros, cinco propuestos por PSA y otros cinco por FCA. Después se incluirán otros dos miembros que representen a los empleados de ambos lados. La dirección ejecutiva quedará para el CEO de PSA, Carlos Tavares, por un periodo inicial de cinco años. La nueva matriz tendrá la sede social en Holanda y cotizará en Bolsa en París (Euronext), en Milán (Borsa Italiania) y en la Bolsa de Nueva York
Fuente: PSA / FCA