Hubo un hombre que en pleno franquismo desafió al monopolio empresarial del Estado con la creación de una gigantesca corporación automovilística que llegó a dar empleo a 25.000 personas. Con ello consiguió rivalizar con el monopolio del Instituto Nacional de Industria, ganándose la enemistad de su presidente Juan Antonio Suanzes.
Es la historia de Eduardo Barreiros, el conocido como Henry Ford español, cuya vida desconocida para el gran público ha dado el salto a la televisión con el título «Eduardo Barreiros, o Henry Ford español«, que esta semana ha presentado la Televisión de Galicia.
Nacido en 1919 en la pequeña localidad de Gundías, en Nogueira de Ramuín, cerca de Ourense, Eduardo obtuvo su primer trabajo como revisor en el autobús que conducía su padre. Cuando su familia se trasladó a vivir a Ourense dejó los estudios para comenzar como aprendriz en un taller mecánico mientras afianzaba su ideario conservador que le llevó a militar en el partido carlista y formar parte del bando golpista en la guerra civil.
Finalizado el conflicto, Eduardo montó su propio negocio de reconstrucción de vehículos antiguos y en 1948 se le ocurrió la idea de utilizar gasoil para el funcionamiento de los camiones, lo cual permitía un ahorro considerable de dinero y combustible.
Gracias a esto, dos años después, en 1950, creó su firma llamado Barreiros Diesel y se trasladó a vivir con su familia a Madrid. Poco a poco el negocio fue creciendo hasta que en 1954 diseñó y desarrolló su propio motor con piezas de contrabando llegadas desde Portugal y se embarcó en la creación de una fábrica de dinamos y motores de arranque.
Su nombre y el de su firma comenzaron una expansión imparable hasta que en 1957 ganó un concurso internacional para el suministro de camiones destinados al ejército portugués y con ello el respeto del régimen que se personalizó en un breve encuentro con el dictador.
Comenzaba entonces una estrecha relación con el franquismo que se tradujo en la colocación en el consejo de administración de la empresa de personas ligadas estrechamente con Franco, como su tío yerno, José María Sanchis Sancho o su primo, Francisco Franco Salgado-Araujo. «Eduardo mantenía unas relaciones excelentes con los dirigentes del régimen. Le invitaban con frecuencia a las cacerías más interesantes, incluidas las del general Franco», explica el historiador Hugh Thomas en una extensa biografía que publicó sobre Barreiros en 2007.
No todo fue placentero y es que su rivalidad con el presidente del Instituto Nacional de Industria, Juan Antonio Suances y con el Ministro de Industria, el coronel Planell, obligó a Barreiros a buscar clientes en el extranjero.
Logró un acuerdo comercial con la empresa británica David Browm para suministrar los engranajes y fabricó tractores para la empresa alamena Hanomag. Afinales de los años 50 las dificultades financieras comenzaron a ser notables y en 1963 tuvo a vender el 40% de la compañía a Chrysler, lo que por otro lado le reportaría importantes prestaciones, como la producción del Simca 1000 y el modelo Dodge Dart.
Fue entonces cuando el New York Times le incluyó entre los seis empresarios más imortantes del mundo, pero pronto su suerte volvería a cambiar esta vez a peor. El Dogde no funcionó en el mercado español y sus ideas chocaron frontalmente con el planteamiento comercial que Chrysler pretendía llevar a cabo en América Latina, lo que provocó que la firma americana finalmente se hiciera cargo de toda la compañía.
Tras elló continuó con su dedicación a los negocios, primero en el sector de la ganadería y la minería, para luego volver a encontrar el éxito en la industria del motor en Cuba.
La película ha pretendido ser un fiel reflejo de los acontecimientos, destacando además la parte humana de un hombre que pese a sus ideas conservadores llegó a ganarse el respeto de la industria extranjera. «Eduardo Barreiros, o Henry Ford español», es un producto grabado en gallego y castellano cuyos derechos de emisión, a falta de la respuesta catalana, ya han adquirido todas las televisiones públicas regionales.
Protagonizada por Manu Regueiro en el papel de Eduardo Barreiros, completan el reparto actores de la talla de Manolo Soto, María Tasende o Julio Pereira.
Vía:El Mundo
En coches.com: Barreiros, el hombre que amaba el diésel