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Victoria Fuentes

La mayoría no se ve usando un coche autónomo

Hay tantas lagunas legales, sociales y a nivel de infraestructuras ante la implementación de la conducción autónoma, que las encuestas no arrojan luz suficiente. Un 90% de los conductores demandan más información tecnológica que les ayude a entender los cambios que implica la conducción autónoma. Además dos de cada tres conductores y potenciales usuarios de esta tecnología no se imaginan en manos de un coche autónomo. Así lo describe el II Informe Españoles ante la Nueva Movilidad, elaborado por el Centro de Demoscopia de Movilidad, formado por Pons Seguridad Vial, Autofácil y lainformación.

Durante la presentación del informe se publicaron los datos obtenidos a partir de las respuestas de 4.500 conductores, que, según la Directora General de Pons Seguridad Vial, Shara Martín, no se sabe si son conductores formados. Esto abría más tarde el debate de cuán valiosa puede llegar a ser la opinión de personas que pueden estar desinformadas.

Según lo datos del I Estudio de Movilidad Percepciones y hábitos de Compra de los Vehículos, lo que más valoraron los encuestados a la hora de comprar un coche era el precio (casi un 66%), el consumo y el diseño. En cuarto lugar los elementos de seguridad. Como podemos observar, la practicidad se impone ante cualquier otro aspecto (incluso el medioambiental; las emisiones caen al antepenúltimo lugar de la escala de importancia). Asimismo la mayoría afirman que debe ser la propia marca la que les ayude a aprender a utilizar la tecnología de su coche.

La percepción del coche autónomo varía según la edad y curiosamente son los jóvenes entre 18 y 24 años los que expresan un mayor rechazo al hecho de dejarse llevar y que sea una máquina la que les conduzca.

El director de Autofácil, Juan Hernández Luike, afirma que «podemos entender bien cómo funciona la batería de un coche o cómo comprobar el nivel de aceite del motor, pero alguien debería explicarnos cómo cerrar el coche desde el smartphone o cómo conducir con el móvil replicado en la pantalla del salpicadero». Para el director general de AutoScout24, Gerardo Cabañas, los concesionarios deberán asumir un rol tecnológico de forma que se asesore al usuario en base a sus necesidades.

Las sombras de la automatización

La hora del debate resultó la más enriquecedora, pues se ahondó en la superficialidad del estudio. Por un lado se cuestionó lo que venimos indicando al principio del artículo: la utilidad que pueda tener una encuesta a personas que no están especializadas ni probablemente informadas de las luces y sombras del futuro en la automoción. Martín afirmó que «siempre es bueno conocer la opinión de la gente», pero ¿qué cambia saberla?

Otro de los debates se generó en torno a la inversión en infraestructuras que se deberá hacer para que los coches autónomos puedan circular. Se habló de una inversión de 3.000 millones, que ahora mismo España no está en condiciones de llevar a cabo. Los altos precios de coste de estos vehículos y el hecho de que España es uno de los países con el parque móvil más antiguo es un punto en contra.

El tercer punto que se abordó fue la seguridad ¿Protegen los coches autónomos a los de dentro o a los de fuera? Cabañas dio un ejemplo muy descriptivo y contundente: en el caso de que nos paráramos en un Stop por el que está a punto de pasar un tren, el coche no tomaría una decisión contraria a las normas. «Morirás, pero no habrá infringido las normas de circulación».

Recordemos que ante este punto, la directora de Comunicación y Relaciones Externas de CEA, Rosa María García Álvarez, declaró en una reciente entrevista a coches.com que no consideran viables los niveles 4 y 5 y no les gustaría que se plantearan por razones de seguridad ¿Influirán las grandes instituciones a la hora de implantar o no los niveles más altos de automatización?

A parte de la seguridad, se hizo hincapié en los derechos de privacidad de los usuarios, el denominado Big Data, un negocio que ya vale miles de millones. ¿Qué ocurre con nuestros datos? ¿Estamos dispuestos a concederlos a cambio de la experiencia de la conducción autónoma?

Y lo más importante de todo: si todos estuviéramos plenamente informados de lo que implica dejar en manos de una máquina nuestras vidas ¿se aceleraría el cambio o se ralentizaría?

Imagen destacada: Public Domain Pictures cc George Hodan

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