Desde hace tiempo se viene planteando un problema con los coches eléctricos. Y es que un aumento en su producción como el que se está gestando para los próximos años también conlleva una mayor necesidad de los materiales con los que se hacen sus baterías. Suelen ser componentes no demasiado extendidos y tierras raras, por lo que los fabricantes ya están estudiando la viabilidad de cara a futuro. Por ejemplo, se calcula que para 2025 se necesitará siete veces más litio del que se usa ahora.
Se trata de un cálculo que ha sido realizado por BMW, una de las marcas que está apostando por la electrificación de su gama de modelos. Actualmente ya cuenta con algún eléctrico y un buen número de híbridos enchufables, pero esto no ha hecho más que empezar. Los electrificados suponen un 10 % de las ventas totales de BMW, una cifra muy inferior de la que se espera para 2023, cuando tendrán 25 modelos electrificados de los que la mitad serán 100% eléctricos.
Con esta ofensiva de producto no extraña la necesidad de una cantidad siete veces mayor de litio en apenas cinco años. Así que lo que ha hecho BMW es asegurarse el abastecimiento de esta materia. El fabricante alemán ha firmado un contrato por valor de 540 millones de euros para que Ganfeng Lithium les suministre litio en los próximos años. También se han preocupado por su procesamiento, para que sea éticamente responsable, algo que la compañía china acredita, pues extrae el mineral de los llamados depósitos de roca dura en Australia.
Por otro lado, otro de los materiales que será muy necesario en los próximos años es el cobalto. BMW también tiene contratos de suministro para garantizar su abastecimiento hasta 2025 y más allá. En este caso, el mineral es extraído de forma responsable de las minas de Australia y Marruecos. La marca alemana ha recalcado la importancia de cumplir las normas ambientales y el respeto de los derechos humanos en este camino de la movilidad eléctrica.
Fuente: BMW
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