Para nadie es nuevo que el sector automovilístico está sufriendo varapalo tras varapalo desde la llegada de la crisis a nuestro país. De nuevo las cifras hablan y lo hacen para confirmarnos que el mercado sólo ha sido capaz de realizar unas 67.000 matriculaciones en las últimas semanas. Escasos datos que nos llevan a confirmar un descenso del 27%, si comparamos estas cifras con las cosechadas hace un año.
Se trata de una reducción de ventas que sitúa al mercado automovilístico ante un nuevo mínimo y sin miras a una reactivación inminente. Hablamos de un claro paso hacia atrás, teniendo en cuenta que alcanzamos niveles sufridos hace 16 años. Cuando en 1995 se comercializaron 67.400 vehículos. Pero entonces eran otros tiempos y los datos eran halagüeños ya que se vivía un aumento de 1700 matriculaciones respecto a 1994.
Seguramente deberíamos estar acostumbrados a este tipo de descensos aunque resulte un tanto difícil de asimilar. Y es que la crisis está provocando resultados que no ayudan a una recuperación inminente. Recordemos que el pasado mes las matriculaciones alcanzaron la escasa cantidad de 53.632 unidades. Enero sufrió una dura caída. Nada más y nada menos que un 23,5% menos que en enero de 2010. Y es que hace un año, las ventas estaban recuperando fuerza y comenzaban el año con la no despreciable cantidad de 70.130 unidades. Pero 2011 se presenta taciturno y débil. Con una recuperación que parece un sueño inalcanzable.
Desde comienzos de año no hemos contado con datos esperanzadores, todo lo contrario. 2010 se presenta ante nosotros como una etapa difícil de alcanzar, al menos en estos dos primeros meses de 2011. Habrá que esperar a marzo. Quizá el tercer mes podamos repuntar o tal vez sigamos en plena decadencia. A este ritmo va a resultarnos mucho más agradable comparar 2011 con 2009. Éste último, año en el que las ventas se hundieron hasta las 62.107 unidades. Viéndolo así, estos últimos 28 días resultan de lo más apacibles y prósperos. El que no se consuela es porque no quiere.
Vía: Europa Press