El Ferrari GTC4Lusso es el coche salido de Maranello que se sale de la norma. La evolución del Ferrari FF tiene cuatro plazas en su carrocería tipo shooting brake (una especie de familiar con dos puertas, tracción total y un motor V12 atmosférico. Quizá porque sea el modelo de la marca del cavallino rampante más utilizable ahora se une a su gama una segunda versión más «modesta», el Ferrari GTC4Lusso T.
Esta versión, que en principio no supone que los más pudientes dejen de poder comprar la versión con motor V12 atmosférico de 6,3 litros, equipa el 3.9 V8 de doble turboalimentación, un propulsor que se ha llevado el premio gordo en el certamen de motores del año 2016. Se trata del mismo que emplea el Ferrari California T o el Ferrari 488 GTB.
Hay diferencias de prestaciones y rendimiento cuando este V8 turbo se instala en el Ferrari GTC4Lusso T. Aquí desarrolla 610 CV a 7.500 rpm, con un gran par máximo de 760 Nm entre las 3.000 rpm y las 5.250 rpm que se envía a las ruedas traseras (no es tracción total, a diferencia del V12) mediante una caja de cambios de doble embrague con siete velocidades.
Con el nuevo propulsor el coche pesa 80 kg menos y se queda en 1.740 kg (de los cuales un 46% reposa en el eje delantero y el resto en el trasero). Esa mayor ligereza consigue que las prestaciones sean muy similares al V12. Es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 3,5 segundos (apenas 0,1 más que si monta el V12 de tracción total). Eso sí, baja más la velocidad punta, que se queda en 334 km/h… y el consumo (ahora homologa 11,6 l/100 km).
Más allá de estas diferencias mecánicas (sin duda contar con un Ferrari de cuatro plazas de porpulsión es algo que desearán muchos) no falta el novedoso sistema de dirección en el eje trasero, que Ferrari denomina 4WS, así como el espectacular interior Dual Cockpit, donde el copiloto cuenta con una pantalla táctil individualizada. ¿Diferencias de aspecto? Más allá del nuevo diseño de llantas, no vemos ninguna otra.
Fuente: Ferrari
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