El precio de la gasolina se disparó el pasado año con la invasión de Ucrania por parte de Rusia. Europa sancionó la agresión con diferentes paquetes de sanciones y ello supuso también dejar de comprar primero petróleo y luego productos refinados procedentes de Rusia. La subida fue tal que el precio se disparó (con precios superiores a los 2 € por litro) y los gobiernos tuvieron que tomar medidas. En España, cuando la gasolina alcanzó 1,818 euros y 1,837 euros el diésel se aplicó un descuento de 20 céntimos por litro hasta el 31 de diciembre de 2022.
Desde entonces, el precio se ha ido moderando… a pesar de que las circunstancias geopolíticas no han variado un ápice. Intentaremos explicar las razones
¿Por qué bajó el precio de los combustibles?
El diésel es el combustible que más se consume en Europa y, hasta el año pasado, un 44 % del que se consumía en el continente procedía de Rusia. El conflicto e Ucrania creó una escasez enorme de combustibles, pero sobre todo de gasóleo, que subió de precio hasta el punto de superar el precio de la gasolina.
Los analistas indicaban que esta circunstancia podría agravarse en 2023… pero ha ocurrido todo lo contrario: los combustibles vuelven a tener precios razonables y el diésel vuelve a ser más barato que la gasolina. Hubo varias razones:
- El mercado ha encajado el impacto inicial y ha encontrado nuevas vías de suministro. Las petroleras se surten ahora de otros proveedores.
- Hubo un gran acopio de reservas de combustible ante el temor a un desabastecimiento… y el invierno suave hizo que no fuesen necesarias.
- Hay países que siguen comprando a Rusia. Países que consumen mucho combustible, como India o China. Eso frena la demanda de otros
- Al presentar resultados del primer trimestre, Josu Jon Imaz, Consejero Delegado de Repsol, denunciaba «a pesar de las sanciones, el diésel ruso continúa llegando al mercado europeo y al español». Se denuncia que el petróleo ruso (más económico en estos momentos), llega a Turquía y norte de África antes de dar el salto a Europa, «blanqueado». Claro, esta competencia no sienta nada bien a las petroleras que compran producto de otras latitudes.
Cuándo vuelve a subir la gasolina
Apunta una fecha: 1 de julio. No somos adivinos, pero Arabia Saudí, con diferencia el mayor exportador de crudo del mundo y líder de facto de la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo)anunció el pasado domindo que a partir de julio va a retirar del mercado un millón de barriles diarios.
Es una cifra enorme. El 1% de la producción mundial, casi el 10% de lo que bombea de su subsuelo el país asiático. El mayor recorte de los últimos años, con un objetivo claro: estabilizar los precios por encima de los 80 dólares el barril (está cotizando a 76 dólares). Lo necesitan por su propia economía y poder financiar sus inversiones multimillonarias. No es un cálculo nuestro, sino del FMI (Fondo Monetario Internacional).
No se trata de una medida que compartan otros miembros de la OPEP (con mayor necesidades de liquidez inmediata) y parece que tampoco porque se les acabe el oro negro o resulte más caro de extraer –algo que irremediablemente ocurrirá algún día–. Al menos, eso puntualizó Abdelaziz bin Salmán ministro saudí de Energía, al rematarla reunión de la OPEP en Viea. Este recorte es «voluntario» –tercera en menos de un año, van por 3,6 millones de barriles menos ya que «hay que estabilizar el mercado”.
En la reunión de los 23 países de la OPEP+ (13 de la OPEP original, Rusia y otros nueve socios, que suman un 40 % de la producción de petróleo mundial) solamente los saudíes apostaron por parar bombeos. El resto solamente se comprometió a extender a finales de 2024 los recortes en la producción pactados anteriormente. Entre ellos Rusia, que necesita un petróleo caro para costear sus campañas militares. Con una demanda mundial baja, quizá esta subida de precios no acabe consiguiendo sus objetivos.
Fuentes: Cinco Días, La sexta, Cores