La mayoría de los propietarios de coches eléctricos esperan que la velocidad de carga sea lo más rápida posible. Pero, aunque los puntos de recarga han mejorado notablemente su eficiencia, no son muchos los vehículos eléctricos con una función de carga rápida. Junto al precio y la autonomía, esta razón es el broche de bronce que explica por qué aún no quedan años hasta que consigan el monopolio de las ventas en el mundo.
GBatteries, con sede en Ottawa, Canadá, es una empresa nacida en 2014 predispuesta a desarrollar la carga ultrarrápida de las baterías de iones de litio manteniendo sus prestaciones y garantías de seguridad. La idea de la compañía es aplicar su tecnología para cargar las baterías convencionales casi tan rápido como un coche puede llenarse con gasolina. Si en el último caso necesitáramos unos 5 minutos, GBateries quiere conseguir un tiempo de 5 minutos para llenar la mitad y 10 m para conseguir el 100 %.
El voltaje y la corriente son los dos factores clave que determinan la eficiencia de una carga. Por lo tanto, el método para acelerar el proceso no es más que aumentar el voltaje, la corriente o ambas cosas. Sin embargo, la elevada cantidad de uno y de otro aumentan la temperatura de la batería. Eso, por su propia composición, acaba causando daños, y con el tiempo reducirá la vida útil. En conjunto, tendremos un coche con un tren motriz cuya seguridad queda en entredicho.
La tecnología de micropulsos que trae el sistema de GBateries puede resolver todos estos problemas del tirón. Mediante tecnología de inteligencia artificial (IA) se verifica continuamente la impedancia y factores como ajustar el voltaje en tiempo real y emitir pulsos intermitentemente. “En este momento, cuando se carga una batería, debido al protocolo de carga que se utiliza –corriente constante, voltaje constante– es un enfoque único para todos, y nada está realmente adaptado”, dijo el director comercial y cofundador de la compañía, Tim Sherstyuk.
“La batería se carga con alta resistencia, por lo que se genera mucho calor y se producen reacciones químicas irreversible. […] Con nuestra tecnología, podemos identificar el umbral durante el cual la química irreversible comienza a suceder, y cargamos la batería tanto como podemos hasta ese punto usando un pulso, y luego nos detenemos, y luego lo hacemos una y otra vez y otra vez”, añadió.
De acuerdo con GBatteries, esta tecnología se puede aplicar a varios tipos de baterías (siempre y cuando sean de iones de litio) como coches eléctricos, teléfonos móviles u otros dispositivos electrónicos. Simplemente trata de ajustar el algoritmo de IA para que la batería sea la mejor. Y aunque los tiempos anunciados de carga completa son plausibles, dependerá en gran medida de la potencia de la estación de carga.
El sistema podría ser empleado por fabricantes de automóviles, compañías de electrónica u otros clientes interesados. Sin embargo, puede pasar algún tiempo antes de que eso suceda. “El ciclo de diseño típico para un vehículo es de cinco a siete años. Y también debes tener en cuenta la validación de la tecnología. Estamos trabajando con fabricantes de vehículos eléctricos hoy, pero es un proceso largo”, dice Sherstyuk.
Fuente: GBatteries