Desde hace tiempo se viene dudando sobre la viabilidad de los híbridos enchufables. A medio camino entre los híbridos convencionales y los eléctricos, que se plantean como el futuro, muchos consideran que están en tierra de nadie y que tampoco están a la altura de lo que prometían. Ahora se muestran datos reales de una muestra de más de 600.000 coches de este tipo y los resultados confirman algunas de esas inquietudes. El caso es que emiten más del triple de lo que prometían y hay varias explicaciones al respecto.
Lo primero es decir que se trata de un estudio oficial de la Comisión Europea, que lleva recopilando información desde 2021 en esa muestra de más de medio millón de híbridos enchufables que se han vendido en nuestro continente. Con los dispositivos de control de consumo de combustible (OBFCM) se ha demostrado que las emisiones de CO2 son alrededor de 3,5 veces superiores a las que se dan en la homologación WLTP. Eso se traduce en 100 g/km de CO2 más en el caso de las emisiones, pero también en torno a 4 l/100km más en el caso del consumo.
En los coches diésel y de gasolina, la desviación eran de alrededor del 20 %, algo más asumible que estos datos revelados de los híbridos enchufables. Aunque todavía se necesita aumentar la muestra y también el tiempo de duración del estudio para sacar datos más precisos, es algo que preocupa en Europa. Van a empezar a observar cómo evoluciona esa brecha, pues no es normal que haya tanta desviación. En gran medida, se debe al uso de la gente, pues muchos solo compran este tipo de vehículos por su etiqueta y beneficios, realmente nunca llegar a cargarlos.
Cuando no se utiliza la batería ni la autonomía eléctrica, un híbrido enchufable va a contaminar mucho más que un coche de combustión convencional. Al fin y al cabo, tiene ese sobrepeso que aporta el sistema eléctrico y suele estar presente en vehículos de grandes dimensiones. Queda claro que no se está aprovechando el potencial de los híbridos enchufables y que algo tiene que cambiar. La Comisión Europea va a modificar cómo se calculan sus emisiones en las pruebas de homologación y a partir de 2025 llegarán los cambios para que reflejen la realidad.
Fuente: Comisión Europea