Me apuesto mi sueldo a que nunca te has alegrado por ver unas luces intermitentes sobre el espejo retrovisor o el flash de una cámara apostada sobre la carretera. Y subo la apuesta al afirmar que esa misma noche te fuiste a la cama sabiendo que podrías recibir una multapor exceso de velocidad. Pero, ¿cómo crees que se sintió la primera persona en recibir una? Es una apuesta segura decir que estaría realmente sorprendido.
El primer coche multado por exceso de velocidad tuvo lugar el 28 de enero de 1896, a nombre de Sr. Walter Arnold. Conducía a través de Paddock Wood en Kent, Reino Unido, a 8 mph (13 km/h). A pesar de la aparentemente baja velocidad, Arnold en realidad iba cuatro veces por encima del límite legal. En el momento de la infracción, el límite era de 2 mph (3,2 km/h), e incluso entonces, se le pidió que tuviera un abanderado que lo acompañara y que caminara delante de su vehículo para advertir a los transeúntes sobre su aproximación.
Cuando el agente de policía se percató de que Arnold circulaba “a toda pastilla”, se subió a su bicicleta y lo persiguió. Como la velocidad media al caminar oscila entre los 4 y 7 km/h, y el promedio de montar en bicicleta es de 20 a 30 km/h, pensamos que la policía no debería tardar demasiado en dar caza al pobre Arnold. Sin embargo, la persecución se demoró hasta ocho kilómetros antes de que la benemérita capturara al hombre, después de lo cual fue enviado inmediatamente a un juez, quien finalmente lo multó con un chelín de penitencia.
Aunque probablemente no estaba muy satisfecho con el hecho de que tenía que pagar, el caso realmente le hizo flaco favor a Arnold en su negocio. Como propietario de uno de los primeros concesionarios de vehículos personales motorizados en Reino Unido, se ganaba la vida vendiendo modelos clásicos de Benz (el predecesor de Mercedes-Benz) que importaba de Alemania. Fue en uno de estos coches, modificado por su propia compañía y llamado “Arnold Motor Carriage”, con el que recibió su multa por exceso de velocidad.
La segunda sanción por exceso de la velocidad ocurrió unos años después, en 1899, cuando Jacob German, un taxista de Nueva York, Estados Unidos, fue detenido en Lexington Street, en Manhattan, por un oficial de policía de nuevo en bicicleta por ir a 12 mph (19,3 km/h) cuando el límite de velocidad publicado era de 8 mph (13 km/h). Menos mal que contó con la suerte de que no lo hubieran detenido mientras giraba, porque el límite entonces era de 4 mph (6,4 km/h). Sin embargo, German no solo recibió un tirón de orejas, fue encarcelado.
Sin embargo, a pesar de que ocurrió varios años después, algunos argumentan que el primer boleto sancionador fue escrito en 1904 en Dayton, Ohio (EE. UU.). Hablamos de una citación escrita otorgada al Sr. Harry Myers, donde se discute si fue realmente fue la primera multa por exceso de velocidad. El hecho de que muchos ingenieros y diseñadores de ese entonces estuvieran ubicados en el estado norteamericano y contribuyeran a la solidez del avance automotriz en ese período de tiempo puede haber ayudado a dar credibilidad.
Cuando Myers recibió la multa, iba a 12 mph (19,3 km/h) en una zona con un límite de 8 mph (13 km/h)en carreteras rectas y de 4 mph (6,4 km/h) en curvas. Myers fue alcanzado, nuevamente por un oficial en bicicleta, y le entregó la primera multa escrita en la historia in situ, en West Third Street. La distinción con Arnold y German radica en que, aunque los dos ciertamente pagaron por su vertiginosa velocidad, no hay evidencia de que en realidad les dieran una multa física. Myers recibió una citación escrita como evidencia de su conducta.
Aunque no ha sido completamente confirmado, existen sospechas de que el Myers que tuvo el “honor” de recibir ese primer boleto escrito fue el mismo Harry C. Myers que fue famoso por su carrera como actor y director, un nombre asociado al cine mudo a comienzos del siglo XX. Así que, si realmente se trata del mismo hombre, ya era famoso en más niveles de lo que se pensaba inicialmente.
Fuente: Hot Cars