La versión más potente y deportiva del Hyundai i30 2020 es el Hyundai i30 N. Se trata de una puesta al día del compacto de altas prestaciones lanzado en 2017. El Hyundai i30 Fastback 2018 también contaba con esta variante, pero por ahora solamente se ha confirmado que continúa en el cinco puertas.
Comparte los cambios estéticos del nuevo i30 2020 respecto del i30 2017 al que sustituye, obviamente con un punto más agresivo. La parrilla delantera es más ancha y cuenta con unas ópticas más finas con reflector MFR LED, a las que acompañan nuevas luces LED diurnas en forma de V. Las entradas de aire tienen también un mayor protagonismo.
En el lateral destacan las nuevas llantas forjadas de 19 pulgadas, que rebajan 14 kilogramos el peso del vehículo. Detrás también vemos nuevos pilotos, tubos de escape redimensionados y un agresivo difusor, así como un mayor un alerón trasero, con la luz de freno triangular Se ofrece en siete colores para la carrocería, llamadas Performance Blue, Polar White, Engine Red, Sunset Red, Shadow Gray, Dark Knight y Phantom Black.
No hay novedades en la mecánica. Recordemos que el Hyundai i30 N se mueve gracias a un motor 2.0 de cuatro cilindros turboalimentado que entrega 250 CV y un par máximo de 353 Nm. No falta la versión Performance, ahora elevada hasta los 280 CV de potencia y un par de 392 Nm (entre 1.950 y 4.600 rpm). Las prestaciones son ligeramente mejores que las del anterior Performance que pudimos probar, entonces con 275 CV: alcanza los 100 km/h en 5,9 segundos.
Variaciones, eso sí, en la transmisión. Además de la caja manual de seis relaciones de la versión básica se suma la caja de doble embrague y ocho velocidades (N DCT) que la firma ya emplea en el Veloster N (que no se vende en España), para el Performance. Este nuevo cambio incluye tres nuevas funciones:
- N Grin Shift: aumenta el par máximo, se activa pulsando un botón en el volante y libera 20 segundos la máxima potencia.
- N Power Shift: se activa al pisar más del 90% del acelerador y con la transmisión en modo manual minimiza las pérdidas de potencia.
- N Track Sense Shift: reconoce si la carretera está en condiciones óptimas para una conducción deportiva (como un circuito).
Estas funciones no inhabilitan los cinco modos de conducción (Eco, Normal, Sport, N y N Custom). Tampoco pierde la suspensión adaptativa controlada electrónicamente, revisada para ofrecer un comportamiento mejorado, al igual que la suspensión.
Es posible contar con el paquete Performance, que suma llantas forjadas de 19 pulgadas que reducen la masa no suspendida en 14,4 kg, discos de freno delanteros de 360 mm (en lugar de 340) y un diferencial de deslizamiento limitado controlado de forma electrónica.
En el interior lo más destacable es que cuenta con nueva pantalla para el sistema de infoentretenimiento, de 10,25 pulgadas y compatible con Apple CarPlay y Android Auto. También se han añadido nuevos gráficos para visualizar mejor los diferentes parámetros. Llaman la atención los asientos deportivos, que reducen 2,2 kg el peso y van terminados en cuero y Alcántara, con unas costuras azules y el logo N iluminado.
Dentro del equipamiento de serie tiene una completa oferta de asistentes a la conducción. No faltan el asistente de mantenimiento de carril, el detector del ángulo muerto, alerta de tráfico cruzado o el asistente de colisión frontal con detección de vehículos y peatones. Se anuncia con un precio de partida de 35.300 euros para la versión de 250 CV con cambio manual, mientras que el i30 N Performance de 280 CV con transmisión automática 8DCT con acabado Sky sube hasta los 44.900 euros.
Fuente: Hyundai
Galería de fotos: