Genaral Motors anunció hace unas semanas que piensa contratar a 2.000 nuevos trabajadores, que se incorporarán a las sedes estadounidenses de Detroit y Austin, Texas. Pero nada de operarios. La empresa está reclutando jóvenes graduados universitarios y a profesionales experimentados. Además, la compañía piensa contratar a 3.000 empleados de Hewlett-Packard, que habían trabajado con GM en virtud de un contrato de externalización.
El departamento de tecnologías de la información de General Motors es el mejor ejemplo del cambio de estrategia de la compañía tras la quiebra en 2009. La empresa externalizaba este trabajo (hasta el 90%) para reducir costes. Ahora la compañía, con 210.000 empleados, podría contratar hasta 10.000 personas y tiene previsto abrir cuatro centros de innovación de software en Estados Unidos.
El plan es crucial, ya que los coches están cada vez más informatizados. Y el software está presente en todas las partes del negocio de GM, desde cómo se eligen los componentes de fabricación hasta la forma en que los ingenieros y diseñadores trabajan juntos. General Motors también construte un almacén de datos global para que los ejecutivos puedan ver y comparar datos de ventas y de mercado interno más detallados, e incorporen mejor las fuentes de información externas, como la que llega desde la Redes Sociales.
Con un número cada vez mayor de aplicaciones que interactúan con el tablero de instrumentos e incluso la próxima llegada de los coches autónomos, el software es claramente cada vez más importante para los coches y camiones.
La compañía también está trabajando para acelerar la innovación de software mediante la apertura de su sistema OnStar a algunos desarrolladores externos, y centrando sus divisiones de I+D e ingeniería en tendencias emergentes dentro de la automatización de coches y software.
El profesor de la Escuela de Negocios de Harvard (EE.UU.) Alan MacCormack, experto en la gestión del desarrollo de productos dentro del sector del software, indica que la externalización incluso del desarrollo de software rutinario puede acarrear riesgos para las empresas que busquen la innovación en ese área. Señala que los vehículos de hoy día tienen más potencia de cómputo y software que la misión Apollo original. «Todo el mundo puede crear un buen tren de transmisión. Pero lo que marca la diferencia es lo que pueda llevarse a cabo con el software», señala en relación a los fabricantes de automóviles en general. «Las empresas tienen que tener cuidado de no externalizar las joyas de la corona».
Fuente: GM