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Jerrari-Jeep y Ferrari (3)
Luis Blázquez

“Jerrari”, el Frankenstein entre un Jeep y un Ferrari a cortesía de un millonario rechazado

Imagínate que estás a finales de la década de los 60, eres un exitoso magnate de los casinos con una fuerte inclinación por los automóviles y deseas fuertemente un Ferrari con tracción a las cuatro ruedas, algo así como un Purosangue antes de que dicha idea fuese “aceptada” por los entusiastas. Sin embargo, los SUV deportivos aún no han proliferado, ni siquiera se ha dado a existir la idea, así que solo te queda la opción de construir uno tú mismo. Lo haces y lo llamas Jerrari. Bien, este Frankestein es real y esta es su historia.

Érase una vez, los fabricantes de coches solían focalizarse en un área de especialización. Por ejemplo, Ferrari construía deportivos alto rendimiento y coupés de lujo para los adinerados. La idea de que la firma italiana hiciera un todotorreno era ridícula, en ese entonces. Cuando el empresario estadounidense Bill Harrah se lo solicitó al propio Enzo en 1969, el patriarca de Maranello se negó rotundamente. Por tanto, Harrah se dedicó a construir el suyo propio, haciendo que sus mecánicos combinaran la estilosa cara de un Ferrari 365 GT 2+2 con el conjunto práctico de un Jeep Wagoneer, ambos de 1969.

El resultado fue el enigmático Jerrari. La historia del vehículo se ha vuelto confusa a lo largo de los años, ya que cada recapitulación posterior varía en algunos detalles menores. Hagertytiene una de las historias más claras, que describe no solo al Jerrari en sí, sino también a su sucesor, el Jerrari 2. La mayoría de las narrativas coinciden en que el cavallino donante fue seleccionado cuando uno de los mecánicos de Harrah lo estrelló, donando su motor V12 y el frontal al proyecto. Harrah tenía un gran equipo responsable de cuidar su colección de 1.500 vehículos, pudiendo realizar la construcción internamente.

Originalmente, el Jerrari usaba el corazón V12 de 4.4 litros del 365 GT 2+2 (Tipo 245), que generaba 320 CV y 363 Nm. La transmisión automática de cuatro relaciones fue sustituida por la de Ferrari por razones de empaque, mientras que el cárter del motor se modificó para dejar espacio al diferencial delantero. Porque sí, el sistema de tracción a las cuatro ruedas del Wagoneer se mantuvo intacto, al igual que el juego de frenos y de suspensión, salvo los amortiguadores Monroe. Al final, Tanto el 365 GT 2+2 como el Wagoneer son vehículos con la carrocería sobre el bastidor, facilitando algo las cosas.

Terminado en un tono similar al British Racing Green, el coche presenta muchos guiños a su naturaleza bastarda, desde insignias “Jerrari” en la parte trasera con la inscripción de Ferrari hasta un logotipo personalizado de un canguro rampante en la delantera. A bordo, también encontramos el volante del gran turismo original junto con los pedales para conseguir esa sensación puramente italiana. Imagínate aparecer en un evento de entusiastas de Ferrari o de Jeep. Recibirías toneladas de preguntas sobre esta construcción extraña, pero histórica, ajenamente a lo atractivo que pueda llegar a resultar.

En una prueba contemporánea de Road and Track, el periodista Ron Wakefield señaló que el ajuste y el acabado eran de la mejor calidad. Sin embargo, citó problemas de vibraciones en la línea de la transmisión y una capacidad de frenado insuficiente, así como problemas en la caja de cambios que impedían que el V12 hiciera girar las ruedas en primera. El vehículo resultante fue quizás más interesante que un todoterreno de alto rendimiento genuino, con problemas de estabilidad de alta velocidad citados que impidieron que Wakefield explorara las capacidades del vehículo más allá de los 200 km/h.

A mediados de los 70, Harrah terminó deshaciéndose del V12 y poniéndolo en un Wagoneer de 1977 al tiempo que se comenzaba a cansarse de ser reconocido por todo el mundo en el llamativo mashup. Este vehículo se conocería como el Jerrari 2, aunque por fuera parecía un Jeep Wagoneer estrictamente de serie. El Jerrari original recibió en su lugar un V8 de origen Chevrolet de 5.7 litros con 300 CV y 515 Nm, un motor que, según se informa, era mucho más utilizable y prácticamente igual de enérgico que su contraparte de 12 cilindros, aunque con cierta lógica carece de ese mágico encanto italiano.

Después de la muerte de Harrah en 1978, el Jerrari cambió de manos. Apareció en Ebay en 2008 y, actualmente, está ubicado en Alemania y tiene matrícula, por lo y es legal usarlo en las vías públicas de la Unión Europea (UE). Decimos esto porque, si lo quieres, podrías llegar a adoptarlo en tu garaje. Está a la venta en Classic Driver con un kilometraje ridículamente bajo. Desafortunadamente para cualquiera interesado en este Frankenstein, el vendedor no ha mencionado cuánto quiere para el abuelo no oficial del inminente Purosangue.

Fuente: Classic Driver

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