A lo largo de los años hemos podido ver que algunos fabricantes de coches también diversificaban su actividad y hacían otros productos. En algunos casos se pasaban a la alimentación, como es el caso de Volkswagen con las salchichas o de Rolls-Royce y Bentley con la miel. Ahora tenemos otro curioso caso similar que nos llega a nivel nacional. Lexus está produciendo manzanas en un proyecto que quiere probar su compromiso con la sostenibilidad y el medio ambiente.
Se ha desarrollado aquí en España, concretamente en la Sierra de Alcarama, situada en La Rioja Baja, un lugar declarado Reserva de la Biosfera por la UNESCO. En este entorno privilegiado que está próximo al nacimiento de arroyos de montaña se genera un microclima ideal para obtener frutos de gran calidad. Las «Manzanas Lexus» quieren ser como los coches de la marca japonesa, aunque cambiando valores como el lujo o el refinamiento, por el sabor o por el aroma.
Si durante el proceso de producción de los coches, Lexus siempre ha destacado la labor artesanal de los maestros Takumi, con las manzanas no podía ser menos. Aquí también se hacen algunos procesos de forma manual, como es el caso del etiquetado individual de adhesivos con el logo de Lexus en cada manzana aun sin madurar. Se hace sobre la propia piel de la manzana durante los meses de junio y julio, en el punto de mayor incidencia de luz, para que queden marcadas logrando ese efecto tan curioso.
El trato al cliente también es una de las premisas de Lexus. Lo hacen con el término Omotenashi, que viene a traducirse como «hospitalidad». En el caso de las manzanas se podría aplicar en que se trata de un cultivo sostenible, equilibrado y respetuoso con el medio ambiente. El resultado es una manzana Fuji de pulpa firme y un intenso color rojo que consigue un mayor dulzor y durabilidad por su cultivo en alta montaña. Destacan por su calidad, pues solo se recolectan aquellas que están en su punto justo de madurez.
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