Bentley es una marca conocida a nivel mundial por sus exclusivos vehículos, que llevan por bandera el lujo y la distinción. En su gama actual hay modelos con una buena reputación, como es el caso del gran turismo Bentley Continental GT (también en formato descapotable), el rapidísimo Flying Spur o el opulento Mulsanne. Además de esto, se sumó el Bentayga para aumentar el volumen de ventas de la marca gracias a la popularidad que tienen actualmente los SUV.
Pero ya hemos comprobado en algunas ocasiones que los fabricantes de coches tienen otras actividades fuera de su habitual producción de vehículos de cuatro ruedas. Probablemente las más famosas sean las salchichas currywurst de Volkswagen (fabrican más salchichas que coches) o los molinillos de cocina de Peugeot, pero ahora hay otra que sumar a la lista. Porque Bentley ha incorporado las abejas a su modelo de negocio.
Lo anunciaban con un ingenioso juego de palabras. La insignia de la ‘B alada’ es conocida como «Flying B» y ahora han introducido en sus instalaciones de Crewe a las «flying bees» (abejas voladoras en inglés). El caso es que con ayuda de los apicultores locales han instalado dos colmenas, en total unas 120.000 abejas de la especia Apis Mellifera que ya están empezando a crear miel. A finales de verano estará lista y el potencial de cada colmena es de 15 kg o 50 tarros de miel.
Para su bienestar, los campos alrededor de las instalaciones han sido sembrados con flores silvestres adecuadas para estos insectos. Lo cierto es que Bentley no pretende ganar dinero vendiendo la miel, sino mejorar su huella ambiental en arras de lograr el objetivo de la neutralidad de carbono en sus fábricas. También lo hacen para impulsar la diversidad, pues la población de abejas ha ido decreciendo en el Reino Unido en los últimos años. Veremos si en algún momento llegan a alcanzar los tres millones de abejas de Porsche y su producción anual de casi una tonelada de miel.
Fuente: Bentley
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