Aunque el coche autónomo de Google no es único, ya te contamos que en Singapur está la primera flota de vehículos autónomos del mundo o el Rinspeed Budi, un coche autónomo basado en el BMW i3, lo cierto es que todo lo que haga el gigante Google tiene repercusión. En esta ocasión porque su coche autónomo, o el coche Koala como es más conocido por su parecido físico con este animal, comenzará a circular por los alrededores de la base de Google (Mountain View) este verano y dejará de estar en fase de prueba, al menos sólo en sus instalaciones. Hasta ahora, el vehículo se ha movido por el entorno del cuartel general de la empresa y por la carretera que une la sede con San Francisco. La iniciativa de Google es abrir el uso del coche a más personas, ajenas al proceso de creación, y así poder comprobar cómo se desenvuelve el coche en la vida cotidiana.
Se sacarán 25 vehículos a la calle, todos prototipos. Para Google era importante testar cómo el vehículo se adapta a la vida de las personas, pero también cómo éstas son capaces de adaptarse a un coche de este tipo. Sin embargo, se han encontrado con muchas trabas administrativas para poder llegar hasta aquí. La DMV, la agencia equivalente a la Dirección General de Tráfico en España, pidió a la compañía el año pasado que incluyeran volante y frenos para poder usarlos en un caso de emergencia. No obstante, esto ya se ha superado y Google ha incluido un volante extraíble y pedales de aceleración y freno, para casos de emergencia.
El anuncio ha pillado por sorpresa y lo ha hecho Chris Urmson, el director del Proyecto del Coche Autónomo de Google, en un post del blog de la compañía. En el texto Urmson ha recalcado todo el proceso de pruebas que sus coches ha seguido en los últimos años, recorriendo más de 16.000 kilómetros a la semana. 2,7 millones de kilómetros en seis años. «Nuestros prototipos tienen mucha experiencia en el terreno, el equivalente a un adulto americano de 75 años», escribe Urmson.
El coche Koala no supera los 40 km/h y está diseñado especialmente para entornos urbanos. El vehículo funciona con una cámara de vídeo, sensores tridimensionales y un localizador láser en el techo que le permiten ubicar el tráfico y a los peatones. Su software reconoce los carriles, las señales de tráfico y calcula la distancia de seguridad. Las situaciones de peligro las detecta instantáneamente y, si falla el GPS, está preparado para que un ocupante se ponga al mando.
Aunque Google aún no se ha pronunciado, el modelo de negocio que podría seguir la compañía podría estar encaminado en ofrecer una especie de transporte público o bien comercial, llevar a posibles clientes a una determinada oferta. Pero lo que de verdad espera Google es que en 2020 no sea raro ver por las carreteras un coche sin conductor y ha querido anticiparse a las empresas automovilísticas, quiénes indudablemente tendrán que contar con la experiencia del coche koala para llevar a cabo sus futuros proyectos.
Los accidentes del coche de Google
Apenas unos días antes del anuncio de Chris Urmson, el director del proyecto comunicó, también en otro post, los resultados de siniestralidad que el coche sin conductor de Google había tenido en estos seis años de pruebas. Las 20 unidades que en total han circulado han tenido un total de11 accidentes, sin que ninguno haya provocado heridos. La mayor parte de estos accidentes se deben a choques que otros conductores le han dado en los laterales y en la puerta trasera al coche autónomo, tanto en semáforos como en autopista.
«Cuando nuestro software y los sensores detectan una situación complicada, es capaz de de actuar antes y más rápido que un conductor humano. Pero a veces no es posible reaccionar por una velocidad excesiva o porque la distancia de seguridad es insuficiente. Hay ocasiones en que el golpe que ha recibido nuestro coche ha sido porque otro coche se ha saltado un semáforo. Hay que reconocer que algunos accidentes son inevitables», escribió Urmson.
No obstante, esto es lo que aseguran desde la compañía, ya que sus palabras no se pueden contrastar: los informes de accidentes son confidenciales, según el Departamento de Vehículos a Motor de California. Sin duda, la prueba fuera de los muros de la sede de Google nos ofrecerá más información relevante sobre el coche y seguro que la empresa también ha querido extender las pruebas más allá de sus instalaciones para convencer a los más escépticos.
Fuente: Google