Aunque los primeros automóviles autónomos, autoconducidos o sin conductor se empezaron a desarrollar a finales del siglo XX, ahora es cuando más cerca están de convertirse en una realidad. Sobre todo porque en menos de cincuenta años, como aseguran varios informes, casi todos los vehículos del mercado serán autónomos. Singapur es la primera ciudad que pretende introducir una flota de coches eléctricos sin conductor. Si le sale bien, esto solo es el comienzo.
Otro estudio reciente del equipo SMART, sobre Movilidad Futura del Instituto de Tecnología de Massachusett dice que la demanda de movilidad en Singapur puede cubrirse con el 30% de los vehículos que hay en ella. Este porcentaje puede aumentar un 40% más si, además, los pasajeros que viajan por las mismas rutas o parecidas a diario comparten coche.
El pasado otoño, los habitantes de Singapur pudieron probar los coches sin conductor por primera vez. Se desplegaron unos carritos autónomos en los jardines de un distrito. El sistema tenía un sistema de reservas en línea y comunicaciones vehículo a vehículo. Los carritos funcionaron dos fines de semana y llevaron a 500 personas a lo largo de más de 400 kilómetros en total.
Ahora se trabaja con unos Misubishi i-MiEV, a los que se han realizado algunas modificaciones para permitir que funcionen de forma autónoma. El país asiático quiere ser el primero en el mundo en contar con este tipo de servicio, que permitirá descongestionar el tráfico y rebajar la contaminación. De momento solo los ciudadanos de algunos distritos de Singapur podrán emplear este servicio, pero el Gobierno quiere que poco a poco se extienda por todo el país. A esta flota hay que sumar los autobuses Navia que harán la misma función que los modelos que trabajan en las redes de transporte público para ir a uno de los campus universitarios del país.
Otros fabricantes como Nissan o Mercedes ya han realizado pruebas en sus coches autoconducidos y compañías como Google invierten en esta tecnología. Hay voces que sitúan en 2025 la implantación normalizada de este tipo de transporte, que ayudaría a vivir en las ciudades de otra manera y cambiaría drásticamente el modo de moverse por ellas, tal y como lo entendemos hoy en día. Por ahora, así funciona el Misubishi i-MiEV que circula por Singapur:
Fuente: MIT