El mundo del motor siempre se ha caracterizado por un predominio masculino, aunque a lo largo de la historia siempre ha habido mujeres que destacaron. De hecho, una mujer fue la inventora del limpiaparabrisas y hoy en día hay numerosas mujeres influyentes en la automoción (incluso una, Mary Barra, controla una de las grandes multinacionales, General Motors).
El predominio de los hombres también se ha trasladado a las señales de tráfico, aunque en Córdoba (Argentina) quieren acabar con eso. Hace unos días, el Concejo Deliberante de la ciudad aprobaba un proyecto de resolución que recomienda al Ejecutivo que, en los semáforos se incorporen siluetas de varones y de mujeres en las figuras que autorizan el paso del peatón.
La idea que subyace tras la instalación de semáforos para pasos peatonales igualitarios es «incorporar la perspectiva de género a las políticas de planificación y ordenamiento urbanístico, a través de un lenguaje visual no discriminatorio que haga posible contribuir a la igualdad, modificando la iconografía en las señales urbanas de las avenidas y calles», según aseguraba la impulsora de este curioso proyecto, la concejal Miriam Edith Acosta.
En función de lo recomendado por el Concejo Deliberante, el intendente de la ciudad, Ramón Mestre, estudiará, la posibilidad de comenzar a implementar esta iniciativa. Ya hay quien ha criticado esta idea, bajo el argumento de que las siluetas son un detalle mínimo y la verdadera «preocupación» debería ser el adecuado funcionamiento de estos aparatos. También opinan que la participación equivalente en la administración municipal o la prevención de la violencia de género son asuntos bastante más importantes.
En nuestra opinión, lo importante de un semáforo es que cumpla bien su cometido: informar de forma clara y precisa de cuándo se debe cruzar la calle y cuándo detenerse. Hemos visto diseños de semáros increíbles, muy futuristas, y ninguno hacía hincapié en el asunto de la paridad. El motivo es claro: se debe proteger al peatón, independientemente de su sexo, y un símbolo debe ser eficaz en su función, no crear confusión. Sin duda, no podemos apoyar la discriminación de las conductoras en países como Arabia Saudi, ni publicidades sexistas que tan a menudo se observan en el mundo del motor, o incluso la distinción de plazas de aparcamiento para mujeres, ya que presuponen peores aptitudes al volante. Pero esto de los semáforos paritarios es otra cosa.
Vía: Infobae