Cada vez va quedando más claro que los fabricantes de lujo, aquellos que hacen tiradas reducidas de vehículos muy especiales, son los que más tardarán en abandonar la combustión. Paulatinamente también tendrán que pasarse a la electrificación, aunque no de forma tan radical como lo están haciendo las marcas generalistas. Ahora McLaren confirma que mantendrá las mecánicas de combustión en su gama al menos una generación más. Para llevarlo a cabo seguirán colaborando con un partner de lujo como es el especialista en motores, Ricardo.
Ambas firmas de origen británico tienen una larga historia de colaboración que se remonta al 2011, cuando empezaron por el motor V8 biturbo de 3.8 litros (M838T) del McLaren MP4-12C. Desde entonces, Ricardo ha producido alrededor de 34.000 motores McLaren en sus instalaciones de Shoreham-by-Sea. Es clave su localización, pues está apenas a 80 kilómetros de la fábrica de McLaren en Woking. Ahora el acuerdo se prorroga para incluir el motor V8 de próxima generación, precisamente el que da vida a los híbridos de alto rendimiento que llegarán según la estrategia Future of Performance.
Eso parece confirmar la llegada de un hermano mayor del McLaren Artura, primer superdeportivo híbrido enchufable de la marca. En este caso, el bloque principal es un V6 biturbo de 3.0 litros (M630) que va ligado a un motor eléctrico. Los modelos que lleven el bloque V8 en un sistema híbrido de alto rendimiento superarán los 680 CV del Artura y tendrán unas prestaciones de órdago. Que lo haga Ricardo es una garantía para un funcionamiento ejemplar y la máxima fiabilidad. Al fin y al cabo, va más de una década de colaboración y ambas partes están satisfechas.
De hecho, presumen de tener una alianza británica de primer nivel que impulsa el empleo en la zona y que garantiza una buena inversión en la cadena de suministro nacional. Ricardo también está encantado de la colaboración con McLaren para hacerse fuerte en el sector de la automoción. Aunque lo cierto es que se trata de una empresa que trabaja a nivel global y que está presente en otros sectores como el aeroespacial, el marítimo o el del transporte ferroviario.