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Mercedes 450 SLC 5.0 Safari Rallyewagen 1979 – 1
Luis Ramos Penabad

Mercedes 450 SLC 5.0 Safari Rallyewagen, la aventura de los de Stuttgart en rallies

Eso de tomar un coupé de lujo y transformarlo en un coche de rallies es algo que muchos asociamos al Porsche 911 Safari, pero no fueron los de Stuttgart los únicos que jugaron a combinar esos aspectos. La prueba la tenemos en el Mercedes 450 SLC 5.0 Rallyewagen de 1979 que logró podios en el Rally Bandama Costa de Marfil o el Rally Safari de Kenia.

El Mercedes 450 SLC 5.0 fue desarrollado específicamente para competir en rallies internacionales, algo bastante inusual por parte del fabricante alemán… si tenemos en cuenta que hablamos de un coupé de lujo. Lo propulsaba el motor V8 de 5.0 litros, con bloque y culatas de aluminio para ahorrar peso, entre otras chucherías.

Se fabricaron 19 unidades en total, pero solo siete de ellos recibieron la insignia 450 SLC 5.0, cada uno equipado con una transmisión automática de tres velocidades, especialmente diseñada para soportar los rigores de la competencia de rally.

Cuando Mercedes lanzó las serie R107 y C107 se lanzaron en 1971, adquirieron el sobrenombre de Panzerwagen. Este apelativo recordaba al tanque Panzer IV utilizado por los alemanes en la Segunda Guerra Mundial, ya que el nuevo modelo pesaba lo suyo debido a su sólida construcción: 1.635 kg marcaba en la bascula.

R107 era la designación interna para el convertible, mientras que se reservó la C107 para el coupé de techo rígido que tenía una mayor distancia entre ejes un poco más larga y asientos traseros adecuados. Ambos se habían fabricado sobre un monocasco de acero con motores montados en la parte delantera, que enviaban potencia a las ruedas traseras, con suspensión delantera y trasera independientes.

Dado el peso y el diseño de los R107 y C107 parece poco probable que Mercedes pensase originalmente en competir con ellos. Se trataba de vehículos de lujo y pronto se convirtieron en algo común en los aparcamientos de los clubes de campo en los Estados Unidos y Europa.

El peso era un detalle que iba en contra de los coches en casi todas las competiciones de vehículos salvo en una: los rallies de resistencia de larga distancia. Estos eventos solían recompensar a los vehículos que podían recibir una paliza día tras día mientras cubrían cientos (a veces miles) de kilómetros por terrenos abruptos.

El ingeniero de Mercedes, el Dr. Erich Waxenberger, encabezaría el proyecto para crear el Mercedes-Benz 450 SLC 5.0, el automóvil que se conocería como el Rallyewagen. Tomó un C107 estándar y agregó paneles de apertura de aluminio para ayudar a reducir el peso sin comprometer la resistencia de la carrocería de acero.

Además se desarrolló un nuevo V8 de 5.0 litros completamente de aluminio, con el nombre en código M117, más liviano que el bloque V8 de hierro en el que se basaba. Estaba acoplado a una versión modificada de la caja de cambios automática de 3 velocidades. Las versiones safari rally del automóvil contaban con una suspensión modificada, más resistente que la estándar y que aumentaba la distancia al suelo. Focos en el frontal, arneses o una jaula antivuelco fueron otros añadidos para ser usados en rallies.

Con ese V8 de 240 CV y su robustez general, el 450 SLC 5.0 obtuvo una cantidad notable de victorias y podios para Mercedes, incluso en la Vuelta a La América del Sud de 3.000 km, donde logró las cinco primeras posiciones lugares. En 1979 en el Rally de Costa de Marfil se hicieron con las cuatro primeras, ayudados por un gran equipo de apoyo enviado desde Europa. evento del Campeonato Mundial de Rally (WRC) con una transmisión automática, y el primero en ganar con un motor V8.

De ser visto como un coche no apto, a arrasar. Aún así, la versión de homologación, legal en carretera, del 450 SLC 5.0 de carreras (incluido el 500 SLC posterior) se vendió poco, apenas se produjeron 2.769 unidades. De ahí que sean ahora los más coleccionables de la familia R107/C107.

Si, además, esa unidad fue conducida por la leyenda del rallies sueca Björn Waldegård (tercero en el Rally Costa de Marfil en 1979 e idéntica posición el el Rally Safari de Kenia en 1980), el valor se multiplica. Con el número de chasis 836, el equipo de fábrica lo vendió a un particular y se restauró en la década de 1990. Ahora se subasta y esperan obtener por él entre 800.000 y 1.100.000 euros.

Fuente: RM Sotheby’s

Galería de fotos (cortesía de RM Sotheby’s):

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