En los últimos años hemos visto como la gama de Mercedes-AMG ha ido creciendo cuantiosamente. Observamos que actualmente ha versiones deportivas de prácticamente todos los modelos de la gama, incluso varias en algunos casos. Pero esa proliferación de ejemplares deportivos van justo en dirección contraria de las normativas de emisiones que ha impuesto la Unión Europea. Por este motivo es probable que se tenga que llegar a reducir la gama de Mercedes-AMG.
Ya dentro de poco comenzarán las sanciones para los fabricantes que estén por encima de los 95 g/km de CO2 de media. Y lo cierto es que a día de hoy todos pagarían multa, siendo Toyota el fabricante mejor posicionado. Por lo tanto, una de las medidas que podría tomar Mercedes para rebajar la cantidad a pagar y reducir sus emisiones medias podría ser empezar a prescindir de tanto deportivo. Un movimiento que sería un tanto polémico de cara a sus seguidores.
Pero cabe destacar que un gran porcentaje de los Mercedes-AMG actuales son SUV, un tipo carrocería que ya de por sí no beneficia demasiado en el tema de las emisiones. También hay berlinas, familiares, coupés, compactos; todos ellos con la misma premisa de lograr un comportamiento más dinámico y unas prestaciones (en algunos casos) de auténticos superdeportivo. Su atractivo es más que evidente, pero la estricta normativa podría llevarse por delante al 75 % de estos modelos, según citan algunas fuentes anónimas cercanas a Mercedes.
Es una dicotomía importante, pues los Mercedes-AMG también tienen mucho peso a nivel de imagen de marca y aportan una rentabilidad muy interesante al fabricante. Otra solución que se podría adoptar, algo que están haciendo ya otros, es utilizar alguna tecnología novedosa para reducir las emisiones de los deportivos. La solución más inmediata y que menos dispara los costes es la microhibridación con sistema eléctrico de 48 V, algo que Mercedes ya utiliza en muchos de estos modelos y que podría seguir ampliando.
Fuente: The Financial Times vía Jalopnik