En la aviación comercial predominan desde la década de los 60 los motores turbofán que manejan un ventilador de gran diámetro para que el aire pase a través del motor. Sin embargo, los aviones del futuro necesitan un motor más ligero, menos ruidoso y de mayor eficiencia energética ( y es que los aviones contaminan más de lo que crees), por lo que las compañías han puesto sus máquinas en funcionamiento para desarrollar los motores de la aviación del futuro.
La innovación ha llegado al cielo con propuestas rompedoras. Por una parte, Pratt & Whitney explican que sus nuevos motores que utilizan una caja reductora de transmisión interna para ralentizar el ventilador, pueden ahorrar así un 20% de combustible con respecto a los motores tradicionales.
Pratt & White invirtieron más de 20 años y 1.000 millones de dólares para desarrollar sus motores turbofán engranados. El mecanismo emplea ventiladores de entrada más grandes que los que hay en la actualidad y una caja reductora de transmisión para que los turborreactores roten más despacio que la turbina interna que los alimenta lo que conlleva que sean más eficientes.
Sin embargo, tienen un inconveniente ya que la caja reductora de transmisión añadida hace que el motor pese más y esto aumenta la resistencia aerodinámica. El vídeo que te mostramos a continuación demuestra el funcionamiento del motor PW1000G:
Por su parte, su competidor CFM International ha presentado un motor que podría conseguir mejoras similares sin romper con la tecnología actual al que han denominado The Leap (El Salto). Y es que The Leap utiliza materiales ligeros (álabes de fibra de carbono en el ventilador) para conseguir mejoras en eficiencia energética, como puedes ver en el vídeo, comparables a los de Pratt & Whitney, según asegura la compañía. “The Leap es el avance definitivo en el motor turbofán tradicional”, declara el analista aeronáutico Richard Aboulafia y vicepresidente de análisis del grupo Teal.
Los fabricantes han tomado caminos distintos a la hora de desarrollar el corazón de los aviones, hecho poco común dentro de esta industria ya que como apunta Aboulafia “lo habitual es que los nuevos diseños sean más de lo mismo”. Continúa detallando que “esta es la mayor desviación de la filosofía tradicional en el mundo de la propulsión que jamás se haya visto en el caso de los motores que compiten”.
Cabe resaltar que ambos motores se prueban ya en diferentes versiones del nuevo Airbus, el A320neo. Ya se han registrado más de 7.000 pedidos de los motores de Pratt & Whitney aunque la cifra es imponente ya hay un cliente que se ha quejado. La compañía Qatar Airways, uno de los primeros en hacerse con el A320neo, rechazó la entrega alegando que estaba preocupado por el enfriamiento de dichos motores.
La carrera del futuro de la aviación está en manos de estos motores que aún tienen que pulir su tecnología para llegar al mercado a mediados de siglo permitiendo así reducir también las emisiones de dióxido de carbono y el ruido en los aviones comerciales.
En esta línea, Charles Bolden, el director de la NASA, anunció recientemente que están desarrollando un nuevo programa de tecnología más avanzada en el campo de la aviación para reducir en más del 50% las emisiones de dióxido de carbono. Asimismo, la agencia espacial internacional (de la que ya te hemos mostrado cómo ruge el motor que llevará al hombre a Marte) ofrecerá apoyo en investigaciones para crear un diseño novedoso de jumbo-jet en aviones experimentales incluyendo el D8 y que se lleva a cabo gracias a la colaboración entre Pratt & Whitney, el Instituto Tecnológico de Massachussets y Aurora Flight Sciences. Los investigadores afirman que el D8 podría consumir un 70% menos de combustible que la aeronave de la actualidad.
El futuro de los corazones de estos gigantes pájaros dará un gran vuelco en el terreno de la eficiencia, sin necesidad de emplear hidrógeno o biocombustibles. Sin lugar a dudas, una gran noticia para nuestros próximos destinos en el aire.
Fuentes: Pratt & Whitney, CFM International