Subirse al coche y ponerse el cinturón. Se trata de un gesto automático para la mayoría, una rutina interiorizada de tal forma que se ha convertido en lo más natural. Casi todos nos sentiríamos igual de inseguros conduciendo sin cinturón que andando por la calle desnudos. Y sin embargo, todavía hay un porcentaje importante de la población que no sigue las normas. En una semana se han puesto casi 4.000 multas por no hacer uso del reglamentario sistema de retención.
Es algo impensable, que no nos entra en la cabeza, teniendo en cuenta la probada efectividad del cinturón de seguridad en caso de accidente. Las vidas que ha salvadodesde su creación se cuentan por millones, pero eso no parece importar a todo el mundo por igual. La DGT realizó una campaña especial de vigilancia y control del cinturón de seguridad y de los sistemas de retención infantil que fue del pasado 8 al 14 de marzo. En estos días se controló un total de 327.414 vehículos y se detectaron 3.914 infracciones de conductores o pasajeros.
Es una cifra preocupante y que es superior a la obtenida en la anterior campaña del año pasado. Llaman la atención detalles como que el 80 % de las infracciones se han detectado en turismos particulares, siendo los más «desobedientes» comparados con el transporte profesional. También que el 77 % de las multas fueron puestas en carreteras convencionales, el tipo de vía en el que se registran un mayor número de víctimas mortales.
Aunque los conductores fueron los principales infractores, también se detectaron 1.313 pasajeros sin cinturón de seguridad: 789 en los asientos delanteros y 524 en los traseros. Parece que todavía hay gente que desconoce el efecto elefante, la enorme fuerza con la que se proyectan los pasajeros de las plazas traseras contra los asientos delanteros.
En cuanto al menores de edad que viajaban sin ningún sistema de retención infantil, pasa de ser 132 a los 192 registrados en esta campaña. Otra cifra realmente preocupante, pues no hay que olvidar que en España es obligatorio su uso para menores con una altura igual o inferior a 135 centímetros. Hay que tener en cuenta que evitan nueve de cada diez lesiones infantiles graves o mortales.