Desde que se convirtió en el Sumo Pontífice de la Iglesia Católica, el pasado 13 de marzo de 2013, el Papa Francisco ha hecho y continúa haciendo un gran esfuerzo por llevar un estilo de vida austero, demostrarlo con sus decisiones y exportarlo a todos los ámbitos de la Institución que dirige. Quizás ese sea el motivo por el que haya querido estrenar un nuevo Papamóvil y dejar de verse con el lujoso Mercedes que heredó del Papa Benedicto XVI (que también se dejó ver en un Kangoo eléctrico).
El nuevo vehículo elegido es un Hyundai Santa Fe. Además, ha querido expresamente con este cambio de coche hacer un gesto de acercamiento a sus seguidores eliminando la cúpula que desde el atentado que sufrió Juan Pablo II cubría la cabina donde el Pontífice saluda a los fieles en sus viajes por todo el mundo.
Con esta elección, el Papa Francisco estrena un Papamóvil mucho más austero, más bajo y estrecho. Lo que ha hecho la empresa surcoreana con este SUV ha sido adaptarlo a las necesidades del Pontífice, de manera que mantiene los dos asientos delanteros y los tres traseros pero con un espacio en medio con un escalón para que el Papa pueda ir de pie.
Además, han añadido alrededor de su espacio varias barras para que pueda sujetarse durante los trayectos. En la parte mecánica cuenta con un motor 2.2 diésel CrDi estándar, un vehículo normal para un Papa que quiere aproximarse al pueblo y que quiere transformar la Iglesia, según sus declaraciones, volviendo a sus raíces modestas y luchando contra la pobreza en el mundo.
El Papamóvil no es el único coche que Jorge Maria Bergoglio aparca en el Vaticano. También ha añadido hace poco un Renault 4 de 1984 con 305.775 km. Se trata de una donación del sacerdote Francis Renzo Zooca, un cura italiano que utilizó este coche para ayudar a una comunidad de la ciudad de Verona y quería que el Papa aceptase esta ofrenda como muestra de los valores de la Iglesia que representa.
Fuente: ABC