La Semana Europea de la Movilidad es un evento de la Comisión Europea que se realiza cada año entre el 16 y el 22 de septiembre con el objetivo de animar a las ciudades europeas a introducir y promover el transporte sostenible. Se celebró por primera vez en 2002 y el año pasado participaron 2.000 ciudades de 44 países diferentes.
Cada año el evento se centra en un tema, y este año se quiere que la gente piense en todas las opciones de transporte que hay disponibles y elijan la más conveniente en cada situación, o incluso una combinación de transportes, intentando evitar el vehículo privado. En caso de necesitar utilizar el coche para desplazarse animan a pensar en utilizar el carsharing.
El último día de la Semana Europea de la Movilidad se celebra el día sin coches, cerrando ciertas áreas o calles de las ciudades participantes dejando pasar solo a peatones, ciclistas y transporte público. El primer día sin coches se celebró en varias ciudades francesas e italianas en 1999, y en el año 2000 la Comisión Europea y varios países firmaron el compromiso de promover un día anual sin coches y así es como nació la iniciativa «¡La ciudad, sin mi coche!» en España.
Este año participarán 90 ciudades españolas, como Madrid, Murcia o Alcalá de Henares, y otras muchas ciudades del resto de Europa como Estocolmo y Lisboa, aunque no siempre es un éxito en todas ellas, como sucedió en Madrid hace unos años con sus famosos atascos. Además, cada año entregan unos premios según los objetivos cumplidos por cada ciudad. El año pasado Murcia, León y Palma de Mallorca estaban en la lista, pero solo Murcia llegó a ser finalista por cuarta vez gracias a sus medidas: parkings para motos eléctricas, reducción de los límites de velocidad en zonas de la ciudad y una aplicación que te informa de las diferentes opciones de transporte son algunas de estas medidas.
¿Cómo te imaginas una ciudad sin coches? Lo veremos en Estocolmo, que el 19 de septiembre prohibirá la circulación de coches en buena parte de la ciudad. Se trata de un experimento, enmarcado en la Semana Europea de la Movilidad, al que se han sumado otras urbes europeas como Piteå, Lycksele, Täby, Älmhult y Varberg. En estos lugares sí funcionarán los transportes públicos… ya que la idea es que los ciudadanos comprueben que vivir sin coche es posible y que existen alternativas. Habrá que ver el resultado, pero sabiendo que el país fue capaz de cambiar de sentido de circulación hace décadas casi sin incidentes, es posible que suponga un punto de inflexión.