Las pruebas de choque son claves para conocer cuán seguro es un coche. En Europa las lleva a cabo EuroNCAP y, si bien no son obligatorias para que un vehículo se ponga en venta, los fabricantes envían sus coches a este organismo independiente para que los evalúe. En Estados Unidos el encargado de ellas es el IHHS (Instituto de Seguros para la Seguridad en las Carreteras, en sus siglas inglesas), y se plantea aumentar la velocidad a la que estrella los coches.
Tiene lógica. Los fabricantes van poco a poco adecuando el desarrollo de sus coches ciñendose a las pruebas. Y con ello todos obtienen sin problema la máxima puntuación. Algo así como saberse las preguntas antes del examen: es más fácil aprobar y sacar nota. Un dato que lo corrobora: el 85 % de los coches que analizó el IHHS en 2022 sacó la puntuación máxima, el Top Safety Pick+ (equivalente a las 5 estrellas de EuroNCAP).
Desde 2013, IIHS analiza choques a 20 y 40 km/h. Pues bien, ahora consideran aumentar la velocidad hasta los 55 o incluso 70 km/h. ¿El motivo? Son las velocidades a las que los coches suelen tener accidentes como los que analizan: cuando un automóvil golpea a otro que está detenido en la carretera.
IIHS realiza dos pruebas en este formato, a 20 y 40 km/h (12 y 25 millas/h). Para lograr el Top Safety Pick+ deben alcanzar en ella una calificación Básica, Avanzada o Superior. Como decíamos, la gran mayoría alcanzó este nivel al contar con sistemas de frenado de emergencia automático (AEB). Los principales fabricantes lo incluyeron en sus coches, antes de que se hiciese obligatoria (en septiembre de 2022).
Este compromiso está dejando obsoletas las pruebas actuales. «Es una gran victoria de los consumidores, que no necesitarán comprar un acabado o paquete específico para obtener esta tecnología de seguridad al comprar un coche nuevo», indican desde IHHS, que añaden: «una nueva prueba ayudará a impulsar la tecnología aún más”.
Mientras se esteblecen los nuevos protocolos las calificaciones en choques frontales de vehículo contra vehículo no se tendrán en cuenta en las selecciones de máxima seguridad para 2023. Tiene sentido. Apenas el 3 % de los choques traseros que sucedieron (según datos policiales) ocurrieron a menos de 40 km/h). Con un límite de 70 km/h se cubrirían el 43 % de los choques traseros informados por la policía (un 12 % de los choques con víctimas).
Tiene sentido avanzar. Ya lo hizo el propio IHHS en 2012, cuando variaron ligferamente la prueba de choque frontal y descubrieron que no era oro todo lo que relucía. Con nuevas y más duras pruebas se incentiva a los fabricantes a mejorar sus sistemas de seguridad y da mejor información al comprador que quiere comparar vehículos.
Fuente: IHHS