Logo de Noticias Coches
fabrica_coches_china
Luis Ramos Penabad

¿Puede China hacer un coche (bueno) por 5.000 euros?

¿Cómo pueden hacer los chinos coches tan baratos? Algunos fabricantes chinos venden coches pequeños por alrededor de 40.000 yuanes (unos 5.000 euros) en torno a la mitad del precio de modelos equivalentes de otras marcas internacionales. Los chinos se vanaglorian de que pueden ahorrarse un 30-40 % del coste. No hay duda de que el resultado es muy barato y les va muy bien en China. Tanto, que el presidente de Geely, Li Shufu, decía hace poco que dentro de poco, esperaba «vender fuera de China el mismo número de coches que vendemos en China».

Es cierto que hay un problema de ventas en occidente (y exceso de producción de coches). También que mercados como el español pueden ser óptimos para coches low cost. Pero los coches chinos no son baratos porque sean bajos los salarios de los trabajadores, ni mucho menos. Tienen bastantes hándicaps:

  • Seguridad

Siempre se ha hablado de la escasa seguridad de los coches chinos. Cierto. Ingenieros de Geely confesaban a Reuters que llevaron a cabo 20-25 pruebas de choque en su popular modelo Panda. Los fabricantes europeos, americanos y japoneses hacen unas 125-150 de cada nuevo modelo. Geely confiaba en simulaciones más baratas, lo que supuso un ahorro de 200 millones de yuanes (más de 25 millones de euros) y sobre todo, dos años de tiempo de desarrollo.

Así, bajando los estándares de calidad, logran poner un vehículo nuevo, creado desde cero, en apenas dos años y medio. A General Motors o Toyota les cuesta cuatro o cinco años.

  • Ingeniería inversa

El término ingeniería inversa es un eufemismo elegante para no decir copia. Era tal (y tan rápido) el crecimiento en China que no daba tiempo a cubrir la demanda. Además, los fabricantes internacionales no ofrecían los productos baratos que necesitaban las masas. Como carecían de experiencia, los chinos tuvieron que emular la líneas de los coche extranjeros, pero escatimaron o eliminaron cosas para ahorrar y el resultado fue de dudosa  calidad y durabilidad. No es raro en China ver puertas, tiradores y paragolpes que se caen.

Eso parece estar cambiando, por suerte, ya que unido a una población que nunca había sido conductora, no había más que problemas de seguridad. Pero en China los fabricantes no tienen tiempo para preparar a sus propios ingenieros, más preocupados por la fabricación que por el diseño y desarrollo: La solución ha sido subcontratar a otras firmas, con técnicos chinos formados en otros países. En el caso del Geely Panda, fue creado por CH-Auto.

Geely Panda

El resultado es que todos los fabricantes utilizan a las mismas compañías, con lo que al final comparten las mismas ideas. Eso, obviamente, acaba ahorrando costes. Tras desarrollar el exitoso Panda, la empresa CH-Auto despuntó. Ha desarrollado o colaborado en una gran cantidad de automóviles para Changfeng, un fabricante de automóviles afiliados a la japonesa Mitsubishi. Luego trabajaron con con Jiangling Motors Co., Chongqing Changan Automobile Co., así como Auto Beijing (ahora trabajan en un nuevo coch basado en la tecnología de la empresa adquirida de Saab). También tienen un importante contrato com Dongfeng Motor Co., con quien desarrollará un coche compacto basado en el Nissan Micra.

  • Tecnología obsoleta

Continuando con el ejemplo del Geely Panda, uno de los urbanos más vendidos en China, es una copia de Toyota Aygo, pero sin embargo cuesta la mitad. Hay truco. El chasis del pequeño Toyota es de una sola pieza, forjado mediante un proceso llamado «hidroformado», en la que se usa  agua a presión se utiliza para dar forma a metal. Para los chinos esto era un problema. La solución, un chasis de dos piezas de acero nornal. Luego Geely soldaba esas dos piezas.

Lógicamente, los niveles de ruidos, vibraciones y dureza del Geely no son en absoluto comparables. Eso sí, la plataforma les cuesta la mitad que la del Toyota Aygo.

  • Acabados espartanos

El exterior de Geely Panda, lanzado en 2008 coincidiendo con los JJOO de Pekín, fue muy celebrado. Pero su interior tiraría para atrás a culaquier europeo. Hay tornillos a la vista y el tablero de instrumentos es de un plástico que en Europa no se usa ni en los maleteros. Luego está el motor. COn su motor 1.3 de 86 CV acelera de 0 a 100 en más de 13 segundos, cifras similares a las del Aygo de 68 CV.

Todos queremos coches a mejor precio. Desde luego. Pero los fabricantes chinos deben saber que en un vehículo no se puede escatimar en ciertas cosas, al menos si quieren ofertarlos en mercados  maduros como Europa o Estados Unidos. Bienvenidos sean los coches chinos, pero que desarrollen sus productos propios para depender menos de empresas como Auto CH y otros estudios de ingeniería independientes. Eso les pudo servir para su mercado interno y fue incluso necesario en su momento. Pero el gigante asiático debe tener capacidad para sorprendernos. Lo sabemos.

Fuentes: NBC News, Reuters

  • China
  • Industria
¿Te ha gustado esta noticia?Suscríbete y no te pierdas las últimas novedades cada semana