Desde el anuncio del cierre de las instalaciones de Nissan en Barcelona se han estado sopesando opciones. Tanto la fábrica de la Zona Franca como las facilidades de Sant Andreu de la Barca y de Montcada i Reixac, serán abandonadas por la marca nipona y la intención es que puedan tener una segunda vida y no perder esos empleos. Ahora se anuncia que Punch Powertrain podría ser la salvadora, pues la empresa belga está interesada en hacerse con las instalaciones.
La compañía especialista en transmisiones y sistemas eléctricos quiere invertir 650 millones de euros en las instalaciones y, de esta forma, mantener más de la mitad de los puestos de trabajo que había en 2020 (antes de la pandemia y del aviso del cierre). Punch Powertrain también tendría previsto reacondicionar el complejo e invertir en su sostenibilidad. El CEO de la marca, Guido Dumarey, cree que es ideal para conseguir la neutralidad de emisiones a largo plazo.
Ya no solo es que las instalaciones de Nissan en Barcelona cuenten con mano de obra cualificada y potencial para ser sostenibles, sino que también tienen un emplazamiento perfecto para el sector. La presencia de otras como SEAT en la zona ha hecho que haya una base sólida de proveedores. No hay que olvidar que Punch Powertrain se dedica a la producción de transmisiones y sistemas electrificados (tanto híbridos como eléctricos). De hecho, tienen una extensa relación con PSA (ahora con Stellantis) para proveerles cajas de cambios.
Los planes de la empresa belga de quedarse con las instalaciones de Nissan en Barcelona sería tener 1.000 trabajadores en nómina para 2023 y llegar a doblar esa cifra para 2025. Todavía estarían lejos de los 3.000 empleados que tenía Nissan en 2020, pues Punch Powertrain tiene altos niveles de automatización en sus plantes y requieren de menos mano de obra. En todo caso, todavía es pronto para saber si esta compañía salvará parcialmente, pero sus planes parecen bastante adecuados.
Fuente: Bullfrag