El especialista holandés Riva World ha devuelto a su estado original la Riva Aquarama más rápida del mundo. Se trata de un buque legendario, construido hace 45 años para Ferruccio Lamborghini, el fundador de la mítica marca italiana de coches deportivos, y por eso monta dos motores V12 Lamborghini de 350 CV y 4,0 litros, del legendario deportivo 350 GT.
La lancha estuvo arrumbada en un rincón de un almacén de yates, oculta bajo una lona. Los especialistas conocían la existencia de la legendaria Riva Aquarama de Ferruccio Lamborghini, pero no sabían dónde había ido a parar tras la muerte de su propietario en 1993. Fue un coleccionista holandés de piezas de Riva quien la localizó y la hizo restaurar por Riva World, un especialista de fama mundial en restauración de estas míticas. embarcaciones.
Ahora, la Riva Aquarama de Feruccio, vuelve a estar lista para surcar las aguas después de tres años de trabajo de restauración en un astillero. Pero el trabajo no se desarrolló solamente allí. Sandro Zani, propietario la empresa Riva, viajó a Italia con frecuencia en los tres últimos años, entre otras cosas para visitar el Museo Ferruccio Lamborghini para conocer y documentar todos los detalles y elementos de la embarcación original.
En ese tiempo, el casco de madera ha sido reparado, lijado y pulido. En este porceso se aplicaron hasta 25 capas de recubrimiento. El interior de madera también se ha reparado. Los asientos se han retapizado siguiendo fielmente el famoso diseño de Riva. Todos los botones y controles se han desmontado, reparado y reinstalado, hasta que los cromados volvieron a brillar como el primer día. Pero todo eso era «sencillo», comparado con el corazón que convertían a la Aquarama en la más rápida del mundo: los dos motores V12 Lamborghini del 350 GT, el primer Lamborghini que se construyó.
Uno de los dos motores originales de la Riva se expone en el Museo Ferruccio Lamborghini, en Italia, pero no se encontraba a la venta. Tuvieron que comprar otros dos motores V12 (incluso en Estados Unidos) y reconvertirlos para que resultasen aptos para un barco. El Museo Ferruccio Lamborghini permitió desmontar y recrear distintas piezas del motor original en las propias instalaciones del museo. Además, Lino Morosini, director de la división de motores de Riva hace 45 años y uno de los padres del Aquarama Lamborghini, proporcionó información adicional, que ayudó a adaptar los dos motores V12 refrigerados por agua mediante un circuito cerrado de diseño especial, de modo que se ajustasen en todo a los motores originales.
Otra valiosísima ayuda fue Bob Wallace, legendario piloto de pruebas e ingeniero de desarrollo de Lamborghini, fallecido hace no mucho. Bob proporcionó al equipo de Riva World información para adaptar los dos motores Lamborghini al uso náutico, para la conversión de los motores de manera que uno girase hacia la izquierda y el otro hacia la derecha, para incrementar la entrega de par a bajas revoluciones y para fabricar algunas piezas únicas.
El resultado: dos motores Lamborghini V12 de 4,0 litros con un sonido fantástico. Cada uno de ellos desarrolla 350 HP y está equipado con seis carburadores Weber (doce en total), con una banda de entre 700 y 5000 rpm y un par disponible desde 150 rpm, aproximadamente. Los motores proporcionan a la Riva Aquarama Lamborghini una velocidad punta de unos 48 nudos, en comparación con los 40 nudos de las Aquarama normales, en las que Riva monta de serie dos motores V8.
Después de algunas pruebas en los Países Bajos, el pasado verano esta legendaria lancha deportiva se transportó hasta Italia, para llevarla al límite en las aguas del lago Iseo. Las pruebas se llevaron a cabo bajo la mirada atenta de Carlos Riva, fundador de la empresa, padre de todas las embarcaciones Riva y el hombre al que, en 1968, Ferruccio Lamborghini solicitó que le construyera una Aquarama en un plazo de tan solo tres meses. Tras la restauración de esta Riva Aquarama Lamborghini, ha resucitado una leyenda.
Fuente: Lamborghini
Galería de fotos: Maurice Volmeyer Fotografie