Hay pocos coches tan carismáticos como el Mitsubishi Lancer Evolution, ese sedán deportivo que se convirtió en un modelo de culto gracias a sus logros en competición. Su historia comenzaba en 1992 y se fue extendiendo hasta que el 2016 se retiraba sin que hubiera un sucesor a la vista. De hecho, el los últimos tiempos se habló de recuperar la denominación Lancer para un crossover compacto (al estilo de lo que se ha hecho con el Mitsubishi Eclipse). Sin embargo, parece que podría volver manteniendo su filosofía de siempre.
Los rumores apuntan a que sería una continuación al Lancer Evolution X, la última generación del modelo. Aunque los tiempos han cambiado y ahora Mitsubishi está en la Alianza Renault-Nissan, lo que supone que para hacerlo realidad tendría que compartir elementos con otros modelos. Ya se habla de que, si llegase a producirse, tendría mucho en común con el Renault Mégane RS de próxima generación. El compacto deportivo francés ya se postula como el donante de su plataforma.
En todo caso, hablamos de la plataforma CMF-C/D la que aparece en los modelos compactos y medianos de la mayoría de modelos de la Alianza. Aunque para el Mitsubishi Lancer Evolution se tendría que adaptar para mantener esa carrocería de cuatro puertas tan carismática. También para montar la tracción total, un elemento que nunca ha faltado en este ejemplar y que sería desarrollado por Mitsubishi partiendo de su actual sistema S-AWC.
Otro elemento diferencial sería el motor turbo de cuatro cilindros y 2.0 litros (más capaz que el 1.8 TCe del Mégane RS) que iría ligado a una transmisión automática de doble embrague. La primera pega sería esa imposibilidad de elegirlo con cambio manual, pero lo compensaría con una gran dosis de potencia. Las primeras aproximaciones hablan de unos 350 CV de potencia y de un sistema eléctrico de 48 V, convirtiéndose en microhíbrido. Veremos si termina haciéndose realidad el regresar de este mito y si está a la altura de las circunstancias.
Fuente: Autocar