¿Son más seguros los coches grandes o los pequeños? Esta es la duda que le surgió a una redactora del National Post, un periódico canadiense, tras la noticia de un accidente mortal en el que la víctima, al volante de un Buick Regal, sufrió el impacto de un pick up con la suspensión modificada y ruedas todo terreno cuyo conductor, un adolescente preocupado únicamente por su coche, se había quedado dormido.
Este suceso, que se repite de manera continua en las carreteras norteamericanas, abre un debate sobre seguridad. El Honda Civic se encuentra entre los «Top Safety pick» del Instituto de Seguros para la Seguridad en Carretera, IIHS, reconocimiento que ha ganado durante varios años y que, además, le posiciona entre los más vendidos, pero, sorprendentemente, también se encuentra entre los vehículos con más accidentes mortales.
¿Cómo es posible que estando en el ranking de los más seguros también sea uno de los más peligrosos para el conductor? La respuesta es fácil: por los otros conductores, o, mejor dicho, por los otros vehículos. Y es que, si has tenido la oportunidad de viajar por carretera en EE.UU. o Canadá te habrás dado cuenta lo que les encantan las pick ups, vehículos que, como en el accidente que hemos mencionado, mantienen a sus ocupantes seguros pero son muy peligrosos para los pasajeros de otros vehículos involucrados en accidentes.
Esto se debe a que este tipo de camionetas son mucho más grandes que los vehículos compactos. Son más altos, más rígidos y pesan mucho más. En National Post explican que por cada 450 kg de más en el peso de un vehículo, hay un 40% más de posibilidades de que un accidente con supervivientes se vuelva en un accidente mortal.
Un estudio de la Universidad de California demuestra que por cada vida salvada en un vehículo de gran tamaño, hay 4,3 muertes de otros conductores, motoristas o peatones. Y esto se debe a que un SUV tiene un 224% más de posibilidades que un vehículo compacto en causar un accidente mortal.
Pero no creáis que esto es un problema actual, simplemente no parece que se haya hecho mucho para evitarlo, ya que en 1997, 5.373 americanos fallecieron en accidentes con este tipo de vehículos. De esas víctimas, un 81% iba al volante de un coche «normal», es decir, más pequeño que las pick ups.
Es lógico que la mayoría de personas miran por la seguridad de sus familias y ocupantes de sus propios vehículos, por eso son propietarios de pick ups y SUVs, pero pocos piensan que serán ellos los causantes de un accidente mortal. Mientras tanto, el marido de la señora fallecida en el accidente que hace de introducción en este post, lucha para cambiar la legislación en las carreteras de Ontario, fijando unos límites de altura, con una campaña en Facebook llamada Bumper to Bumper.
Vía: National Post