¿Qué sentirías si encontraras una colección de coches clásicos ocultos bajo el polvo de un granero? Seguramente algo parecido a lo que sintió el arqueólogo Frank Goddio cuando descubrió buceando la ciudad egipcia de Thonis-Heracleion (la ciudad con el templo de Hércules). Resulta asombrosa la cantidad de joyas olvidadas que estarán esperando a ser descubiertas en garajes, trasteros o naves.
Ya te contamos cómo a principios de 2014 se descubrió una increíble colección de 60 coches clásicos ocultos durante más de medio siglo en un granero en Francia; a principios de este año se ha hecho otro interesante hallazgo automovilístico en Odense, Dinamarca, gracias a la decisión de su dueño de sacarlos del olvido.
Anker Krarup, el propietario de este hallazgo, no podía imaginarse que la colección de Renault clásicos que empezó en 1968 después de décadas se haría tan numerosa. Afirma que la primera pieza fue un Renault 4CV que sustituyó a la bici que usaba para desplazarse. Fue reparando todas las piezas que se iban rompiendo y se convirtió en su compañero de viaje durante muchos años.
En 1980 Anker sustituyó el 4CV por un Daphine pero decidió quedarse con su primer coche. Así comenzó a comprar otros vehículos y a guardarlos en varios almacenes, preparados y encerados, hasta que alcanzó la cifra de cerca de 60 piezas clásicas.
Su familia y él creían que estos coches merecían volver a ser conducidos, así que pusieron la colección en venta con la esperanza de que sus nuevos dueños los restauraran para devolverles su gloria. Con muchos de esos recorrieron Europa y su venta no ha carecido de cierta nostalgia para Anker y su mujer Marianne.
En el granero también se almacenaban multitud de piezas de coches, como podéis ver en el vídeo en el que el dueño nos hace un recorrido por su colección.
Esperemos que estos clásicos vuelvan a la carretera, el lugar al que pertenecen.
Fuente: Kamper Autktioner.