Las muertes por conducir ebrio han disminuido en estos últimos años, pero han alcanzado una meseta durante la última década. Este hecho es bastante preocupante. Por este motivo, varios países pretenden instaurar un mecanismo para que los conductores ebrios no puedan llegar si quiera a arrancar el coche, y no solo corresponderá con la legislación de cada Estado, sino que también será necesaria la actuación por parte de los fabricantes. Es una tecnología que podría ser visible en 2024.
Si bien no hay detalles concretos, la tecnología que acabará siendo obligatoria en los próximos vehículos nuevos tendrá que monitorear pasivamente el manejo del conductor para identificar con precisión si dicha persona puede estar bajo los efectos del alcohol. De hecho, lo que sí ya existe para algunos conductores condenados por conducir ebrios, es un pequeño dispositivo de alcoholemia que se conecta al bloqueo de encendido del coche. Si el nivel de alcohol en sangre es excesivamente alto al soplar, el vehículo no arrancará automáticamente.
General Motors (GM), BMW, Nissan y otras ya han comenzar a instalar cámaras infrarrojas que monitorean el comportamiento del piloto. Estas rastrean la atención que presta el conductor y usan sistemas de asistencia al conductor semiautomáticos. Asegurándose de que el conductor mantenga la vista en la carretera, buscan indicios de discapacidad, somnolencia o pérdida del conocimiento. Si se detecta alguno de estos comportamientos, una advertencia en el cuadro alerta al conductor y solo se intensifica si dichos comportamientos continúan.
Si tras las advertencias luminosas y sonoras el conductor no responde, las luces de emergencia se encienden, la velocidad baja y el vehículo se detiene a un lado de la carretera. Sin embargo, el principal problema es que una tecnología así, actualmente, no existe. Sí, hay alcoholímetros para los infractores existentes, pero este sistema no es práctico en el día a día. De acuerdo con el The Washington Post, “esta tecnología eliminará esencialmente la conducción en estado de ebriedad. Es pasivo”, dijo Alex Otte, presidente de Mothers Against Drunk Driving.
Uno de los sistemas plausibles, como el que está desarrollando Volvo y lleva probándose varios años, es desarrollar una tecnología que pueda detectar el alcohol en la sangre o el aliento de los conductores. La otra opción es confiar en los sistemas de asistencia al conductor existentes que monitorean la conducción. Piensa en esto como la detección de somnolencia, la asistencia de mantenimiento de carril o la advertencia de colisión frontal. Hay quienes defienden que los sistemas basados en cámaras no son lo suficientemente fiables y podrían causar una reacción violenta por parte de los propietarios, y otros que no quieren una muestra de sangre.
Fuente: The Washington Post