Una de las grandes ventajas de los coches eléctricos es que su motor no produce ruido como los coches de combustión. Ojo, que eso tampoco es la panacea, pues los humanos ya estamos acostumbrados a fiarnos de nuestro oido a la hora de cruzar una calle. Si no se oye nada, es seguro cruzar. Salvo sin un coche eléctrico se acerca, sigiloso…
Es por ello que muchos países han obligado a que los coches eléctricos cuenten con un sonido para advertir de su presencia cuando circulan a baja velocidad. ¿Pero podría hacerse que solamente sonase cuando sea estrictamente necesario? Porque, si el coche puede moverse casi en silencio (siempre habrá ruido de rodadura o aerodinámico), no tiene sentido que haga el mismo ruido en el centro de la ciudad, rodeado de tráfico, que cuando se pasa por una zona residencial en solitario.
Como siempre, hay investigadores trabajando en ello. En concreto, un grupo de estudio de Estef, que trabaja desarrollando un «sonido adaptativo«. Se trata de una tecnología que supervisa los niveles de ruido ambiental del entorno para, a continuación, responder ampliando o bajando el volumen del sonido de advertencia.
Para determinar el sonido que se necesita, las pruebas emplean a voluntarios a quienes se les ha tapado los ojos. Un conjunto de altavoces produce ruido de tráfico y, en el caso de que el ruido que emite el coche eléctrico es suficiente para oirlo, esos voluntarios presionan un botón para indicarlo.
Ya son varios fabricantes de automóviles, como Nissan, General Motors o Renault que han mostrado mucho interés en los resultados de este proyecto,» asegura el ingeniero líder del proyecto, Truls Berge. También prestan mucha atención en Noruega, algo lógico ya que es el país con mayor densidad de vehículos eléctricos en el mundo.
Fuente: Gemini
Imagen: Bent Lindsetmo/NRK