Esta Tempo Mikafa Sport de 1955 salió de la fábrica con el motor de un Porsche 356 y el emblema de la compañía de Stuttgart estampado sobre la carrocería. Además, en su construcción se hizo todo lo posible para mantener el peso lo más ligero posible. Con estos datos, quizá sea la caravana más interesante del mundo.
Se supone que acampar se trata de reducir la velocidad del enloquecedor ritmo del mundo, tomando algo de tiempo para volver a conectar con la naturaleza. Por lo tanto, parece un tanto incongruente alimentar a una caravana repleta de comodidades hogareñas con un motor más conocido por sus registros de velocidad. Sin embargo, eso es exactamente lo que el ingeniero alemán Mikafa quiso hacer hace más de seis décadas.
Cada caravana se construyó en la fábrica de Mikafa con un chasis provisto por Tempo, un fabricante alemán de camiones y camionetas. La estructura rodante motorizada se entregaría a Mikafa, quien luego construiría con sumo cuidado las carrocerías de aluminio con interiores de madera, asientos tapizados, gabinetes, una caja de hielo opcional, una estufa de gas doble, un baño con lavabo de agua corriente e inodoro, y un asiento al frente donde podrían encajar hasta cuatro personas en un apuro.
Muchos de los primeros chasis fueron equipados con el motor bóxer refrigerado por aire de Volkswagen. Sí, el mítico tetracilíndrico de 25 CV que daba vida al Escarabajo. Obviamente, aunque se hiciese todo lo posible por no elevar demasiado el peso, la potencia era insuficiente para mover la caravana con soltura. La velocidad máxima era de apenas 80 km/h, en el mejor de los casos.
En 1952, Tempo y Volkswagen tuvieron una importante disputa contractual, y el suministro de motores se acabó. Tempo tuvo que pedir propulsores a otras compañías, incluidos bloques de cuatro cilindros de Austin o BMW de ocho. Pero, finalmente, la Mikafa Sport Camper, fue equipada con un motor Porsche. La insignia que lo reflejaba se agregó prominentemente en la parte delantera y trasera de la caravana.
El bloque de cuatro cilindros bóxer del Porsche 356 se colocó al frente en una configuración de tracción delantera. En 1955, producía cerca de 60 CV, una cuantiosa mejoría respecto al bloque Volkswagen. Eso sí, tenía que mover dos toneladas de masa entre camas, fregadero, estufas, retrete y sofás. Se dice que solo tres ejemplarespowered by Porsche fueron construidas, y que esta unidad es una de las dos Tempo Mikafa Sport que hay en Estados Unidos.
Como puede percibirse en las imágenes, esta camper no ha sido restaurada y se ha mantenido su estética original, con el desgaste inclusive. Y si lo más especial de la Tempo Mikafa Sport es su motor, he aquí una mala noticia: el corazón Porsche fue sustituido por uno de Volkswagen refrigerado por aire más económico y también menos racing. La transmisión manual de cuatro velocidades sí que se ha mantenido.
Será la casa de subastas Mecum quien ofrecerá la Mikafa Sport en su subasta de Monterrey en agosto. Todavía no se ha publicado una estimación previa del precio que podría alcanzar, pero otra Mikafa de 1959 con motor Austin y un abanico completo de suministros originales, se vendió en enero de 2017 por 132.000 dólares, cerca de 118.000 euros al cambio.
Fuente: Mecum
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