Para muchos entusiastas del mundo del motor, un buen pasatiempo es coleccionar miniaturas a escala, mucho más accesibles sin duda. Bruce Pascal, por ejemplo, ha pasado gran parte de su vida coleccionando coches los famosos cochecitos de metal a 1:64 fabricados por Mattel. La pieza central de su computo es un prototipo rosa Volkswagen Bus “Beach Bomb” de Hot Wheels, y aunque parezca difícil de creer, cuesta tanto como una original restaurada y es el Hot Wheels más caro del mundo.
En 1969, el fabricante de Wolfsburgo se asoció con Mattel para crear el primer Volkswagen de Hot Wheels. Sería la por entonces furgoneta T2, con un par de tablas de surf asomando por la luneta trasera, y solo dos de ellas pintadas de rosa para atraer a compradores femeninas, niñas pequeñas que tal vez podrían tener la tentación de unirse a la diversión; recordemos que, hace más de 50 años, los juguetes estaban claramente segmentados hacia los distintos sexo, y los coches eran “más de chicos”. Los prototipos iniciales se ofrecieron a empleados de Mattel.
Estos hacían gala de una carrocería alta y estrecha, y tenían un juego de tablas de surf extraíbles que colgaban de la zaga. Tenía una producción de prueba de fábrica muy pequeña, de aproximadamente 200 unidades, para comprobar su viabilidad comercial. Se encontró que eran demasiado estrechos para ser utilizados con el popular accesorio de la época “Supercharger”. En consecuencia, el modelo fue rediseñado ensanchando cada lado bajo las ventanillas con ranuras para deslizar las tablas de surf en cada lado, y la versión vendida al público.
Los ejemplares de producción con ambas tablas de surf son valiosos por derecho propio, pero los prototipos son extremadamente raros, ya que solo los empleados de Hot Wheels tenían acceso a ellos. Dado que nunca se llegaron a producir más ejemplares, estas Volkswagen Bus “Beach Bomb” pronto se convirtieron en imprescindibles para cualquier coleccionista. Finalmente, los dos ejemplares rosa terminaron en manos de Pascal, cuya colección de Hot Wheels incluye hoy en día más de 3.000 coches y más de 4.000 complementos asociados.
Mantuvo una en las mejores condiciones, y vendió la otra a un amigo y coleccionista, y nunca se ha sabido cuánto pagó originalmente por ninguna de ellas. Para conseguirlos, recurrió a algunos medios bastante astutos, como a anuncios en los periódicos locales e incluso buscando a viejos empleados de Mattel de finales de los 60 para preguntarles si tenían modelos raros que no les importaría vender. Al enterarse de la existencia de las dos Volkswagen Bus “Beach Bomb” de 1969 rosadas, investigó, localizó a sus propietarios y les hizo una ofertas para adquirirlas.
“Ya había oído hablar de [la Beach Bomb] en violeta, verde, rojo, celeste y dorado. Incluso había oído hablar de un modelo sin pintar. Pero el rosa era extremadamente difícil de encontrar”, dijo Pascal en una entrevista al canal de YouTube truly en 2016 (al final del artículo). “La mayoría de los modelos de Hot Wheels se comercializaron para niños pequeños, que la marca asumió que no querían jugar con el rosa. Crearon solo unos pocos modelos rosas para comercializarlos a su audiencia femenina”.
Y ahora, la pregunta del millón (o casi): ¿Cuánto vale esta Volkswagen Bus “Beach Bomb” de Hot Wheels? “No diré por cuánto lo compré, pero hoy [en 2016] tiene un valor estimado de 150.000 dólares (125.000 euros, aprox.)”, admitió Pascal. “Este modelo fue una gran victoria para mi colección”. Siempre que no está expuesta en otros museos automotrices, esta “Beach Bomb” se encuentra en el museo personal del coleccionista en Maryland, en una caja de plexiglás oscura que evita los daños solares. Sería genial verla al lado de “Walter”, su contraparte XXL.
Fuente: Car and Driver
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