Después del Volvo Concept Coupé y el Concept XC Coupe la firma sueca ha decidido que en Ginebra cerrará la trilogía de prototipos que guiarán sus futuros diseños con el Volvo Concept Estate, un prototipo que retoma la tradición de vehículos familiares de Volvo, pero con un irresistible aire de coupé.
Su carrocería de tipo shooting brake cuenta con sólo dos puertas laterales y un pequeño portón trasero que le concede un estilo muy familiar. Según la marca, está inspirada en el antiguo Volvo 1800 ES de los años 70, pero con el estilo propio del nuevo lenguaje de diseño de la marca, que se plasmará por primera vez en el futuro XC 90, que podríamos ver a finales de 2014.
En el frontal podemos ver la nueva parrilla delantera flotante a la que acompañan unos faros con luces diurnas en forma de T que van a marcar la identidad de los Volvo de producción del futuro.
Las proporciones (capó largo, voladizos cortos, batalla larga) le convierten en un familiar moderno, muy atlético y con un aire deportiva, a lo que también contribuyen sus imponentes llantas de 21 pulgadas y los enormes pasos de rueda en el eje trasero. La zaga mantiene el original diseño de Volvo, con los pilotos que se extienden por los pilares verticales del portón… que ahora pierden las luces antiniebla.
En el interior también se han respetado otros elementos estilísticos clásicos, como el volante de tres radios o el cuadro de relojes. Se opta por dejar los botones reducidos a su mínima expresión (característicos en los modelos actuales de la marca, como vimos en nuestra prueba del Volvo V40) y todo podrá controlarse desde una gran pantalla táctil central tipo tablet… que se ha colocado en posición vertical y no panorámica.
Los materiales elegidos para el interior del Volvo Concept Estate apuestan por la calidez. La moqueta del suelo es naranja, el mismo color que se usa en los cinturones de seguridad (con una curiosa pero interesante disposición) para contrastar con fuerza con la tapicería blanca de los cuatro asientos individuales, que también incorporan remates en diseño ajedrezado.
No faltan, como es menester en cualquier concept, el uso de materiales que difícilmente veremos en los acabados básicos de un coche de producción definitivo. Cuero, madera o cristal en el pomo del cambio están también presentes en su habitáculo, dominado por un ambiente interior muy al estilo escandinavo repleto de luz, tanto la natural que penetra por el techo acristalado como la artificial de ambiente).
En el maletero, como detalle final, se esconde un set de picnic y unos abrigos exclusivos para disfrutar de una excursión incluso en las condiciones más adversas, habituales en Suecia, el país de donde es originario este prototipo.
Fuente: Volvo
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