Hace poco os hablábamos de las carreteras inteligentes, en especial del proyecto del diseñador danés Dann Roosegarde, creador de primera carretera que integra pintura que se recarga durante el día. Este diseñador ecologista ha construido en Rotterdam la torre más grande del mundo que cuenta con un dispositivo limpiador de aire, de forma que se mejore la calidad del aire, y por ende, la vida de las personas.
El proyecto ha sido bautizado como The Smog Free Proyect. La torre fue instalada el 4 de septiembre de 2015 tras una exitosa campaña de fundraising. Esta se llevaba a cabo a través de la venta de anillos, gemelos y otros complementos que contenían en su interior una pequeña cantidad procedente del aire contaminado. Una buena forma de hacer tangible lo intangible y de donar a la vez aire limpio a tu ciudad.
La estructura de siete metros está diseñada para crear una burbuja de aire limpio, libre del peligro implícito existente tras los altos niveles de contaminación de nuestras urbes.
De acuerdo con el diseñador, la torre procesa 30.000 metros cúbicos de aire por hora, eliminando partículas ultra finas de humo y expulsando aire limpio sin utilizar más electricidad que la de un calentador de agua. El humo es retenido a través de la parte superior, después el aire purificado es liberado a través de conductos en los seis lados de la torre. Su tecnología patentada funciona de una forma similar a los sistemas de purificación utilizados en los hospitales.
El proyecto, financiado por el Ministerio de Medio Ambiente chino (algo lógico, pues sus ciudades están muy contaminadas y limitarán el aumento de coches en sus calles), comenzará un tour en septiembre de este año. Roosegarde no se plantea sus diseños como proyectos locales, sino que quiere extrapolarlos a nivel global para conseguir un futuro sostenible en el que todos los sectores de la sociedad sean partícipes. Un soplo de aire fresco para nuestro planeta.
Fuentes: Studio Roosegarde, Experimenta Magazine.