A prueba: Mercedes Clase A: a liderar los compactos

Nunca había estado antes en Ljiubljana (Eslovenia). Cuando me propusieron asistir a la puyesta de largo del Mercedes Clase A en esta bella ciudad de Europa del Este, no me lo pensé: sí o sí. Por varias razones: mi vinculación emocional con la marca de la estrella (ya te lo he comentado en alguna ocasión), y mi curiosidad por conocer de primera mano el nuevo proyecto de Mercedes en forma de Clase A.

Oí muchos comentarios en el avión que me llevó a Eslovenia: que si el anterior Clase A fue un poco «patinazo» por parte de la firma alemana, que ya en las primeras fotos se notaba que este Clase A iba por otro camino más certero… No quise dejarme llevar por los rumores, y por ello, cuando me «planté» delante de este hermoso coche, confirmé que había acertado de pleno con este viaje…

Exterior

Ya en su exterior te cautiva plenamente. Porque es dinámico, deportivo, bonito, en una palabra. Su interior exactamente igual, con un habitáculo que te envuelve como una cálida manta. Evidentemente también tiene sus «peros», que iremos desgranando aquí, pero mi conclusión es muy positiva. Sí, el «algo está cambiando en Mercedes» (el actual eslogan de la marca) es muy cierto. Y yo añado algo más: han cambiado bastantes cosas.

Su carrocería bate el récord absoluto en aerodinámica en la clase (Cx de 0,27) en parte por ser realmente baja (16 cm más que el anterior Clase A anterior, que era un mini monovolumen), pero también por el intenso trabajo en la carrocería e incluso en la suspensión para minimizar el torbellino de aire en el fondo del vehículo.

Destaca la línea de cintura elevada, el cristal trasero pequeño y el morro, donde reconocemos más fácilmente los elementos de estilo presentes en los más recientes Mercedes. Quizá algunos encuentren que no ver el principio del morro es una pega, pero es que es un Clase A. Yo les recomiendo -como hizo un servidor- elevar el asiento. La deportividad es algo que ha ganado muchos enteros en este modelo. Su bajo centro de gravedad le da unas cuotas de dinamismo muy a tener en cuenta en su segmento.

Tiene las aletas posteriores ensanchadas y aspecto general aplomado, y podemos decir que destaca por una radicalidad en su imagen de la que no todos sus rivales pueden presumir. Esa atrevida renovación, que incluye difusor y spoiler trasero de serie en toda la gama, se agudiza en la versión más deportiva A 250 Sport -que también probamos, ¡y en circuito!- Pero cada cosa a su tiempo.

Interior

Vamos a meternos en el habitáculo, porque nada más sentarnos nos damos cuenta que han cambiado muchas cosas. Para empezar, los asientos delanteros están situados mucho más bajos que antes, facilitando que personas de cualquier tamaño se acomoden a la posición de conducción más adecuada. Aunque la habitabilidad en el sentido estricto no es perfecta, por culpa de la cintura muy elevada, ventanillas pequeñas y techo en forma coupé. Estas características se vuelven más adversas para las personas que ocupen las plazas traseras –homologado para cinco pasajeros, recomendado para cuatro-. La visibilidad trasera es algo insuficiente.

Todo esto no es óbice para que te sientas arropado en su puesto de conducción, cómodo, bien sujeto y con todos los controles bastante a mano. Como los de regulación de asientos (a destacar el «elevador» del asiento, con mucho margen). Están junto al pomo de la puerta, para que no tengas que estirarte hacia abajo en «busca» de palancas.

Su interior está lleno de altos niveles de calidad, en materiales y ajustes: abundantes revestimientos blandos y aplicaciones cromadas. Un ambiente interior personalizable que incluye entre otros, asientos en cuero/alcántara, ajustes eléctricos con tres memorias, paneles decorativos imitación de fibra de carbono en el salpicadero, los relojes de mandos con detalles centrales ajedrezados o las espectaculares salidas de refrigeración con diseño de turbina, una de las cosas que más me gustaron de su interior. Un detalle nuevo también es que el freno de mano no es de pedal -ya era hora que lo quitaran-. Es automático y no funciona con palanca.

El habitáculo es bastante silencioso, es decir, está bien aislado acústicamente. Apenas entran vibraciones en el habitáculo.

O lo digo o reviento: en la unidad de gasolina y diésel que probé, el equipamiento era bastante básico, y aun así su interior resultaba de lo más agradable y estético, con detalles como las costuras de los tiradores de las puertas.

Hay que destacar el nivel multimedia que tiene este nuevo Clase A -no en vano, uno de sus mercados potenciales son los jóvenes-: unapantalla integrada en el salpicadero será la responsable de centralizar navegación, equipo de sonido y funciones avanzadas sincronizadas por internet y con un iPod, iPad o iPhone de Apple.

En principio no existirá opción alguna para smartphones Android o Windows. La interfaz principal de uso es un selector giratorio en la consola central que nos permite navegar con rapidez por los menús, aunque también cuenta con funciones controladas por voz y lectura de texto automatizada. Entre las funciones avanzadas en internet podemos encontrar canales de radio digitales, sincronización con Facebook (cambio de estados, lectura del flujo de actualizaciones de nuestros contactos), sincronización con Twitter…

Motores

En el apartado mecánico, Mercedes arranca su nueva Clase A con dos motores diésel (180 y 200 CDI) y otros tres de gasolina (180, 200 y 250) con niveles de potencia que para los primeros serán de 109 y 136 cv y para los segundos de 122, 156 y 211 cv, respectivamente, dejando para finales de año el A 220 CDI de 170 cv y la versión deportiva A 45 AMG para principios de 2013.

Todas las mecánicas son de inyección directa y sobrealimentación, y de serie vienen acompañadas por el kit BlueEFFICIENCY que gracias, entre otros, al sistema de parada y arranque automáticos del motor ECO, rebajan consumos y emisiones hasta unos increíbles 3,8 l/100 km y 98 g/km en el diésel A 180 CDI (1.5 litros de cilindrada) y a 5,4 l/100 km y 127 g//km en el gasolina más eficiente (A 180, de 1.6 l y 122 cv). Además, de serie o en opción, todos los propulsores pueden asociarse al cambio automático de doble embrague 7G-DCT.

Equipamiento

El nuevo Clase A no solo es bonito, deportivo y potente, es tremendamente seguro, porque la firma d ela estrella s eha encargado de dotarle de bastantes sistemas que garantizan no solo nuestra integridad física, sino que también nos adelantemos a los «acontecimientos»: Pudimos comprobar con un coche hinchable cómo funciona el «Collision Prevention Assist«, que va de serie. Pongamos que vas pensando en tus cosas y de repente te encuentras «algo» que se te acerca por delante mucho -es decir, que le vas a dar por detrás al coche de alante: si no hemos visto una lucecita roja que significa “vas muy pegado”, sonará un pitido chillón. Si no pisamos el freno, chocaremos, pero si lo hacemos, el servofreno ya hará fuerza por nosotros.

También puede tener el Attention Assist (avisa de conducción negliente por cansancio, va de serie), Distronic Plus (mide distancia de seguridad), control de crucero activo (TEMPOMAT + DISTRONIC), lectura de señales de tráfico y limitador de velocidad, entre otros sistemas de seguridad. Y muy importante: el asistente de ángulo muerto, que nos ayuda a cambiar de carril: una lucecita acompañada de un «chillido» que te aparece en el retrovisor.

Comportamiento

Nos pusimos al volante de la versión gasolina A 200 de 156 CV y la diésel de 136 CV. L ruta que nos preparó Mercedes por Ljubljiana permitía combinar amplias autováis con algunas carreteras secundarias trufadas de curvas «difíciles», con lo que pudimos comprobar ampliamente el comportamiento de este Clase A.

La versión de gasolina no sorprende excesivamente por su aceleración, me esperaba algo más de «patada para adelante», pero sí que es cierto que resulta muy regular, progresiva en su capacidad de soltar los caballos que lleva dentro. Su marcha es muy agradable, con un sonido del motor apenas audible en el habitáculo -que está muy bien aislado-. A todo ello ayuda y mucho la cómoda postura de conducción una vez que te has regulado a tu gusto los cómodos y envolventes asientos.

Te sentirás el rey de la carretera. Las suspensiones se lo «tragan» todo, apenas sí notarás algún saltito cuando pases por un bache pronunciado -en las vías secundarias había más de uno- y en cuanto al ocmportamiento en curva: inmejorable. No veas cómo se agarra este modelo cuando lo llevas un poquito al límite.

En ningún momento tendrás sensación de peligro, y eso que tanto mi compañero de ruta como yo le hicimos trazar curvas bastante «delicadas» y cerraditas. Su consumo es bastante razonable. Hice una media más o menos aseadita de unos 8l/100 a una media de aproximadamente 78 km/h. Tampoco es demasiado tragón.

La versión diésel, tres cuartos de lo mismo, aunque aquí hay que señalar que el ruido del motor sí que llega algo al habitáculo, y en exteriores «canta» bastante a mi parecer. Yo entiendo que es un diésel, pero hombre, en un Mercedes, ese ruido… Sí que es ciero que «tira» estupendamente, como el gasolina, y podrás cubrir kilómetros de forma cómoda y apacible. En cuanto a su «sed», al media homologada es de 4,3 l/100 km (manual) ó 4,1 l/100 km con 7G-DCT.

Al circuito con el 250 Sport

Atardecía ya sobre el aeródromo (con avionetas incluidas) donde nos llevó Mercedes para pisarle a fondo al 250 Sport. La marca de la estrella nos preparó un «circuito» dentro del circuito, con slalons de conos, para que pudiésemos comprobar cómo traza esta bestia y cómo se agarra. Automático, lleva el cambio en una palanca lateral, no a la derecha en el centro.

De la aceleración qué decirte: sube que no veas. Ya puedes hacerle «perrerías» -yo me atreví- que no tendrás en ningún momento sensación de «irte fuera» ni por un momento. Sobresaliente tanto en potencia, como en agarre y estabilidad. No te mueves ni un milímetro por mucho que te vuelques con él hacia los costados para surcar el circuito de conos. Una maravilla y una experiencia muy, pero que muy excitante.

Precios

Es probable que el precio del que parte un Mercedes Clase A puede parecer elevado si lo comparamos con sus rivales, pero no es menor verdad que echando un vistazo a su equipamiento de serie, igual los números te «cuadran» más: freno de estacionamiento eléctrico, freno Adaptative Brake, capo activo (para protección de los peatones), sistema de prevención de colisiones y en el caso del mercado español, desde el acabado más básico Style ya se incluye volante y pomo del cambio forrados de cuero, equipo de sonido con disco duro con capacidad para 20 CD denominada 20 CD y Bluetooth, faros bixenon…

Los asientos deportivos tapizados mixtos de símil de piel y tela (ARTIC) son un lujo, elegantes y confortables. Si inviertes unos 800 euros más, tendrás ajustes eléctricos y tres memorias no sólo para el asiento del conductor, sino también para su acompañante. Aquí te desgranamos todos los precios:

Diésel

A180 CDI BlueEFFICIENCY 109 CV: 25.500 euros
A180 CDI BlueEFFICIENCY 109 CV Auto: 27.862 euros
A200 CDI BlueEFFICIENCY 136 CV: 28.500 euros

Gasolina

A180 BlueEFFICIENCY 122 CV: 25.800 euros
A200 BlueEFFICIENCY 156 CV: 29.500 euros
A250 BlueEFFICIENCY 211 CV: 34.650 euros
A250 Sport 211 CV: 37.891 euros

Veredicto coches.com

Le damos un notable alto. Empezando por su exterior, es precioso, deportivo, con una línea moderna que tampoco cae en frivolidades. Mercedes ha conseguido algo muy difícil en este aspecto: combinar sin que parezca forzada la tradicional clase de la estrella junto con una línea más de los tiempos que corren.

En cuanto te sientas al volante, te sentirás rodeado de confort, con materiales que en su mayoría -y ojo, desde el equipamiento básico- resultan de lo más agradable. Es decir, no hay «plásticuchos» ni nada por el estilo que chirríe. Hablando de chirrriar, su «silencio a bordo» hay que destacarlo. Ni grillos ni apenas ruidos del exterior -salvo en la versión diésel, que sí que se cuela un poco.

Habrá quien diga que no es un coche práctico, pero es que tampoco pretende serlo. No tiene la idea de ser un urbanita para callejear constantementemente. No, porque entre otras cosas, Mercedes ya tiene un modelo así: el Smart. Este es un compacto dirigido sobre todo a un público joven, al que le guste conducir, la deportividad, la velocidad. ¿para viajar? Sí, pero con poco equipaje, debido a su reducido maletero, y , según mi criterio, no más de tres personas, ya que las plazas traseras no son un dechado de espacio.

Su comportamiento es excelente, disfrutarás en autopista y en carreteras secundarias desafiando las curvas gracias a su enorme agarre y unas suspensiones que harán que no notes por donde pasas. Además, su consumo no resulta tampoco un «vacía bolsillos» exagerado. Podríamos decir que bebe acorde a lo que ofrece.

Desde Mercedes han tenido la buena idea de, por 20 euros más al mes, ofrecer el mantenimiento del modelo y reparaciones. Poco dinero, y como dijo el jefe de marketing en la presentación «Son dos copas menos al mes».

Mercedes Clase A

7.4Nota

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