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Mario Nogales

Nissan Qashqai 1.3 DIG-T 158 CV Mild Hybrid X-Tronic, prueba con el rival a batir

Dentro de unos años hablaremos del Nissan Qashqai como un coche que hizo historia, como un nombre propio dentro del sector que estará a la altura de otros como el Ford Model T o el Volkswagen Beetle. El hito que ha conseguido el coche que probamos esta semana no es otro que el de popularizar las carrocerías crossover. En pocas palabras, es el principal culpable de que más de la mitad de los coches que se venden actualmente sean SUV.

Todo comenzó en el año 2007, cuando Nissan lanzaba la primera generación del Qashqai para apostar por un tipo de carrocería que no abundaba precisamente.

La jugada les salió redonda, pues estamos ante un superventas que 14 años más tarde lleva acumuladas más de tres millones de unidades solamente en Europa. Y ahora precisamente llega la tercera generación para intentar mejorar en muchos aspectos y dejar atrás a sus rivales:

Exterior

A nivel estético comenzamos con una evolución ejemplar. Se mantienen las líneas principales que hicieron popular al modelo, pero también se introduce un lenguaje de diseño más marcado y dinámico. Se nota principalmente en el frontal, donde todo el protagonismo recae en la parrilla V-Motion típica de Nissan, con los márgenes bien marcados por molduras cromadas. También cambian los faros, que estrenan esta llamativa forma de boomerang y que cuentan con tecnología Full LED de serie.

El Qashqai está lleno de detalles de diseño, algo que ya hemos visto en otros modelos como el Nissan Juke o el recién estrenado Ariya. En este caso hay que destacar algunos como los antiniebla en la parte inferior del paragolpes o el nombre del modelo en la aleta. También los bajos de la carrocería en plástico negro, la posibilidad de llevar carrocería bitono (como en el caso de nuestra unidad) y varios diseños de llanta que van desde las 17 hasta las 20 pulgadas, un tamaño muy considerable.

Viendo la zaga sí que podemos apreciar algunas líneas que se mantienen respecto a la anterior generación del Qashqai. Aparece un pequeño spoiler de techo justo por encima de la luneta trasera y, en la parte intermedia están los pilotos traseros LED. Han sido rediseñados para ganar horizontalidad, una sensación que también llega gracias a la nervadura que los conecta, cruzando la zona donde está el logotipo y el nombre del modelo. En la parte baja aparece una defensa plateada y la salida del escape queda parcialmente oculta.

La tercera generación del Nissan Qashqai crece ligeramente en longitud y en altura debido a que pasa a asentarse sobre la plataforma CMF-C de la Alianza Renault-Nissan- Mitsubishi. Eso hace que se quede con 4.425 mm de largo, 1.835 mm de ancho y 1.625 mm de alto. La distancia entre ejes, en este caso, también se extiende hasta los 2.665 mm.

Interior

Lo que más llama la atención al entrar al habitáculo del nuevo Nissan Qashqai es la digitalización total a la que se ha sometido el SUV compacto. Su tecnología ha avanzado notablemente y eso se aprecia con el nuevo sistema multimedia con la pantalla táctil central de hasta 9 pulgadas. Aunque de serie viene una de 7 pulgadas, ésta opcional destaca por unos gráficos más avanzados y una facilidad de uso envidiable. Además, cuenta con conectividad con Apple CarPlay y Android Auto de forma inalámbrica.

Hay más servicios conectados, pero también se mantienen los controles de la climatización analógicos, primando la ergonomía. Delante del puesto de conducción queda a mano una instrumentación digital de 12,3 pulgadas que, desde el acabado N-Connecta, permite personalizar la información que vemos a través del volante multifunción. Este Qashqai también puede llevar opcionalmente un generoso Head-Up Display de 10,8 pulgadas que ayuda a no tener que apartar la vista de la carretera.

Aunque destacamos la tecnología en primer lugar, el salto de calidad en este modelo también es enorme. Mientras que la segunda generación se quedaba por detrás de algunos rivales en este apartado, el nuevo establece unos nuevos estándares. Casi todos los materiales son blandos y de buen tacto, mientras que los acabados son notables y no aparecen crujidos indeseados. En los acabados superiores destaca el cuero de la tapicería y las molduras inspiradas en carpintería japonesa Kamiko.

La habitabilidad no va a ser ningún problema en las plazas delanteras del Nissan Qashqai. La posición de conducción es elevada (incluso puede serlo demasiado para algunos usuarios), pero sigue habiendo espacio para las cabezas. Estos asientos pueden llevar reglajes eléctricos, calefacción e incluso función masaje; si el comprador lo precisa. Hay bastantes huecos portaobjetos, destacando el reposabrazos central, los de las puertas o la superficie de carga inalámbrica que acoge perfectamente el teléfono móvil.

Y las plazas traseras tampoco se quedan demasiado atrás en este nuevo Nissan Qashqai. Lo primero que se aprecia es un acceso bastante cómodo gracias a la apertura de las puertas de casi 90º. Una vez dentro vemos cómo ha aumentado el espacio para las rodillas hasta llegar a los 608 mm. En la práctica significa que todavía me sobra bastante teniendo el asiento delantero regulado a mi altura, que es poco más de 1,70 metros. El espacio para las cabezas también está muy bien, así que el único “pero” es la plaza central más estrecha y con túnel de transmisión. Aquí detrás también hay salidas del aire acondicionado y tomas USB-A y C.

Maletero

El maletero del Nissan Qashqai crece considerablemente tras el cambio generacional. Era uno de los puntos a mejorar y lo hace en 70 litros, pues ahora ofrece una capacidad de 504 litros. Eso sí, hay que matizar que las versiones con llantas de 20 pulgadas y/o tracción total se quedan en 470 litros debido a que también montan la suspensión trasera multibrazo y le resta espacio en esta superficie.

Otras bondades a mencionar en este maletero serían el portón con apertura eléctrica o la boca de carga ancha. En esta unidad vemos un piso que se puede colocar a dos alturas para repartir la carga. También se podría utilizar como separador poniéndolo en posición vertical. Cuando quedamos hacer uso de todo el maletero basta con abatir los asientos traseros en dos partes (60:40) para conseguir una capacidad máxima de 1.593 litros.

Equipamiento

El Nissan Qashqai, como viene siendo habitual, se ofrece con varios niveles de equipamiento bien definidos. La gama arranca con el Acenta, que ya es bastante completo gracias a detalles como las llantas de 17 pulgadas, pantalla de 8 pulgadas con Apple CarPlay y Android Auto, cámara de visión trasera o sensores traseros de aparcamiento, entre otras cosas. Lo cierto es que es una dotación ejemplar para un generalista de este segmento.

Y todavía se podría seguir equipando gracias al acabado N-Connecta, el más equilibrado al sumar llantas de 18 pulgadas, instrumentación digital de 12,3 pulgadas, Nissan Connect con pantalla de 9 pulgadas, cámara de 360º con detección de objetos o cristales traseros oscurecidos. Un paso por encima está el Tekna, con las llantas de 19 pulgadas, el Head-Up Display de 10 pulgadas, faros Full LED matriciales, cargador inalámbrico de smartphone o portón trasero eléctrico.

El tope de gama es el Tekna+, que es el que montaba la unidad que probamos y que suma a lo anterior las llantas de 20 pulgadas, el techo de cristal panorámico, barras de techo, sistema de sonido Bose de 10 altavoces, tapicería de piel sintética vegana Shujin o volante y asientos delanteros calefactados (también con ajustes eléctricos).

Motor

No lo dijimos al principio, pero la nueva generación del Nissan Qashqai uno de los puntos positivos que tiene es que abraza la electrificación por primera vez. Hay que aclarar que se olvida por completo del diésel y se centra en la gasolina, siempre con microhibridación. El motor 1.3 DIG-T de cuatro cilindros es el protagonista absoluto y va ligado siempre al sistema Mild Hybrid de 12 V para beneficiarse de la etiqueta ECO de la DGT. Se puede elegir con 140 CV y caja de cambios manual o con 158 CV con cambio manual o con el automático X-Tronic.

Aunque en 2022 la gama se completará con la versión híbrida, que probablemente será la más interesante. El Qashqai E-Power combinará un motor de gasolina de tres cilindros y 1.5 litros con otra mecánica eléctrica para ofrecer una potencia conjunta de 190 CV. Llega una batería de iones de litio de 1.5 kWh y lo curioso es que el bloque de gasolina no mueve las ruedas, sino que actúa como generador de energía para el eléctrico.

Aunque por el momento no tenemos ese híbrido entre manos, así que tenemos que conformarnos con el microhíbrido Nissan Qashqai 1.3 DIG-T Mild Hybrid X-Tronic que es el actual tope de gama. En ambos niveles de potencia se puede configurar con la tracción delantera 4×2 o con la tracción total 4×4, siendo la nuestra la primera de ellas. Ahora vamos a hablarte de cómo se comporta.

Comportamiento

Lo primero que he de decir es que, ni con la versión 4×4 del Qashqai, podríamos decir que es un coche para un uso todoterreno. Su distancia libre al suelo es muy reducida y como mucho podremos afrontar caminos sencillos. La tracción total solo aportará un plus de seguridad con condiciones meteorológicas adversas. Partiendo de esa base, los 158 CV y 270 Nm de par de esta versión tope de gama me parecen más que suficientes para el día a día. Se mueve con bastante soltura en casi todos los ámbitos, aunque es un motor al que le cuesta salir en bajas, se desenvuelve mejor en la zona media del cuentarevoluciones.

El caso es que no podremos jugar demasiado con el cambio en este caso. Nuestra unidad lleva la transmisión X-Tronic de tipo CVT. Si bien es cierto, que para tratarse de un variador continuo está muy bien resuelto. No se revoluciona mucho el motor motor y la simulación de siete marchas le da un tacto más natural, incluso se puede cambiar con unas levas tras el volante. Se nota cierto resbalamiento en algunas situaciones, pero en general las sensaciones son buenas.

En el Nissan Qashqai aparecen tres modos de conducción que se cambian a través del D-Mode. Son los Eco, Normal y Sport; cada uno con su cometido bien marcado y sin que cambien radicalmente el carácter del coche. De hecho, apenas notaremos variaciones en la respuesta del acelerador o en el tacto de la dirección. Tampoco es que hiciera falta en un coche de este tipo, más teniendo en cuenta que tiene un chasis redondo, con una puesta a punto muy acertada.

El Qashqai se siente cómodo en todo tipo de situaciones, destacando principalmente su aplomo en vías rápidas. En ciudad no es el coche más ágil, pero sí que consigue filtrar todo tipo de irregularidades gracias a una suspensión sobresaliente. El eje delantero es tipo McPherson y esta versión lleva un eje trasero multibrazo que ayuda a dar ese punto extra de confort que buscan muchos usuarios. La dirección sigue los mismos pasos, con un nivel de asistencia elevado.

De hecho, algo que notamos tras una semana con el Nissan Qashqai es que probablemente sea demasiado neutro, demasiado correcto, no consigue emocionar. En carreteras reviradas salen algunas carencias y queda claro que no es un coche deportivo. Y eso que su peso queda en 1.393 kg, que no es demasiado para una versión automática y con sus dimensiones. Y es que el sistema Mild Hybrid apenas suma 22 kg al conjunto.

Además de eso, también sirve para rodar por inercia con el motor apagado en algunas circunstancias y para hacer un uso extendido del Start&Stop. Eso contribuye a rebajar su consumo, aunque dentro de lo posible. Tras una semana con él, rondamos los 7,5 litros, algo comprensible para tratarse de un SUV de casi 160 CV y automático.

Opinión coches.com

Que el Nissan Qashqai se haya ganado el apodo del rey de los SUV no es casualidad. Le avalan años de buen hacer y de demostrar que es un producto redondo. Y justo cuando se estaba quedando obsoleto en algunos ámbitos, llega este cambio generacional para mejorar precisamente lo que necesitaba. Nuevo diseño más llamativo, una tecnología muy completa y una gama mecánica completamente electrificada son sus adelantos más notables.

Queda claro que es uno de los más equilibrados del segmento de los SUV compactos, pero también es posible que le falte algo de personalidad. Lo hace todo bastante bien, pero no destaca especialmente en nada. El precio de este ejemplar también estará más o menos en el promedio, pues parte de 27.775 euros. Sin embargo, una unidad tope de gama con prácticamente todo el equipamiento, se acercará a los 40.000 euros. Una tarifa que se puede reducir entrando en coches.com, donde tenemos las mejores ofertas para vehículo nuevo del mercado. Pásate también por la sección de financiación para obtener un préstamo con condiciones favorables.

Nissan Qashqai 1.3 DIG-T 158 CV Mild Hybrid X-Tronic
7.9Nota
Lo mejor
  • Mejora en el espacio interior
  • Buena calidad y tecnología completa
  • Comportamiento equilibrado
Lo peor
  • Gama mecánica algo justa
  • No emociona
  • Precio por encima de la media
Diseño8.5
Habitabilidad8
Acabados8
Maletero7.5
Equipamiento8
Motor8
Comportamiento7.5
Calidad Precio7.5

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