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Toyota_Prius+_01
Gonzalo Yllera

Prueba a fondo: Toyota Prius+

Y es que el éxito del Toyota Prius se ve refrendado por las más de 3 millones de unidades vendidas en todo el mundo en sus tres generaciones y más de 15 años de existencia del modelo. La primera generación vio la luz allá en un lejano 1997 (siendo el primer turismo híbrido producido en serie), de la que se vendieron un total 123.000 unidades; la segunda llegó en 2003 con unas ventas de 1.192.000 unidades y la tercera, la actual que fue lanzada en 2009, lleva hasta ahora 1.688.000 unidades vendidas.

En nuestro país tampoco nos hemos podido resistir a los encantos de este vehículo creado en el país del sol naciente, ya que se han superado las 20.000 unidades vendidas. Tanto es así que, por ejemplo, se ha convertido en el “coche de cabecera” de numerosos colectivos, entre ellos unos tan importante como es el del influyente sector del taxi. Por algo será…

Pero la versión que probamos esta semana añade un plus adicional (permítasenos el juego de palabras…) a su conocida denominación y es que ¿deberían renunciar las familias numerosas a los innegables beneficios de disfrutar de un modelo híbrido? Hasta ahora los padres con más “concienciación ecológica” podían acceder a varios modelos que satisfacían esta vertiente, pero la gran mayoría eran vehículos compactos, demasiado limitados por tamaño cuando la prole tenía un número de tres o más miembros… Evidentemente en Toyota no se mostraban dispuestos a olvidarse de ellos y por eso han lanzado esta versión que trata de hacer frente a ambas necesidades (la ecológica por un lado y la familiar por otro), bajo la denominación Toyota Prius+, un vehículo verdaderamente singular que presenta indudables ventajas en cuanto a consumo y emisiones, a lo que suma una mayor capacidad para transportar pasajeros y equipaje.

Exterior

Estéticamente no puede negar los “aires de familia” que lo identifican claramente como el “hermano mayor” de la versión superventas. Tras observarlo detenidamente, incluso, podemos afirmar que sus rasgos salen beneficiados por las modificaciones necesarias, en el chasis y carrocería, para poder alojar en su interior a 7 ocupantes y un maletero digno de tal denominación.

El Toyota Prius+ exhibe una longitud total de 4,615 m, una anchura de 1,775 m y una altura de 1,575 m (15,5 cm más largo, 3 cm más ancho y 8,5 cm más alto que el Prius por todos conocido). La batalla (distancia entre ejes) también se ha visto aumentada hasta los 2,78 m (8 cm adicionales).

Este monovolumen presenta un diseño exterior inconfundible, con superficies muy tendidas que tratan de obtener el mayor ahorro de combustible, a la vez que un vehículo silencioso en marcha, aunque los milagros no existen y el coeficiente de penetración aerodinámica ha empeorado ligeramente (Cx de 0,28 frente a 0,25). En el frontal la calandra superior se ha visto reducida casi a la mínima expresión, dejando toda la labor de refrigerar el propulsor a una apertura de mayores dimensiones situada debajo de la matrícula, flanqueada por los faros antiniebla.

Los faros delanteros lucen un atractivo diseño y en el caso de la unidad probada son de tipo LED. Justo debajo, en ambos extremos del frontal, se encuentran los intermitentes y las luces de día, formadas por LED, montadas en un solo conjunto dispuesto verticalmente, creando unas leves protuberancias que según los ingenieros sirven para minimizar las turbulencias originadas en los pasos de rueda delanteros. Lo que no podía faltar es el gran logo de Toyota, que como en todos los modelos de la firma nipona movidos por un sistema de propulsión híbrido, presenta una atractiva tonalidad azulada.

Si seguimos “circunnavegando” el vehículo, en la vista lateral es donde apreciaremos los mayores cambios respecto a su hermano menor. Con un parabrisas frontal de gran inclinación que continúa en un techo con una curvatura más pronunciada, que da cabida al fantástico doble techo solar, y que se prolonga hacia atrás para acabar de forma más vertical y que de esta forma los ocupantes de la tercera fila de asientos dispongan de espacio suficiente para sus cabezas.

Aquí también destacan el mayor tamaño del tercer cristal lateral que mejora ligeramente la visibilidad hacia el ¾ trasero y que facilita el que los ocupantes de las últimas plazas no se sientan tan enclaustrados. Las llantas de 10 radios y 17” de diámetro resultan atractivas por su bonito diseño, con una monta de neumáticos Toyo Proxes R35 en medidas 215/50 R17 91V.

Al observar este Toyota Prius+ desde atrás, la mejora es evidente respecto al criticado portón trasero del Prius de 5 plazas, con su incomodísima luneta trasera partida. Como hemos dicho antes es más vertical y luce un diseño mejor conseguido. En la parte superior está coronado por un pequeño spoiler, que integra la tercera luz de freno.

A ambos lados los grupos ópticos, de nueva factura, mejoran mucho la estética y contribuyen a que los conductores de los vehículos que nos siguen estén mejor informados de las maniobras que realicemos. Aquí también encontraremos, al igual que en la parte frontal, el logo de Toyota en tonalidad azul acompañado esta vez por los que indican el nombre del modelo y el tipo de motorización empleada. El parachoques trasero adopta nuevas formas y en él se incluyen ahora los catadióptricos, en vez de en los grupos ópticos.

Interior

Hablaremos ahora de una de las grandes bazas de este modelo frente a la versión más conocida del Prius y nos referimos, evidentemente, a su mayor capacidad interior. Es aquí donde los incrementos en las cotas descritos anteriormente salen a relucir, consiguiendo un espacio más amplio y diáfano tanto para los ocupantes de las 5 plazas habituales como para los de las dos adicionales. Pudiendo ser utilizadas todas ellas por personas adultas casi sin ningún tipo de restricción, salvo el acceso a las traseras, siempre más dificultoso en estos casos, pero francamente bien resuelto.

En ello también tiene mucho que ver la nueva ubicación de las baterías del sistema híbrido, que pasan de estar situadas en el maletero a ocupar la zona de separación entre las dos plazas delanteras, lo que es posible al recurrir a unas más avanzadas de ión-litio, que ocupan menos espacio, en vez de las habituales de níquel metal-hidruro, y eso que a pesar de su menor capacidad absoluta resultan más eficaces. Pero ya hablaremos de ello más adelante en el apartado correspondiente a la motorización y comportamiento…

Gracias a esta aparentemente sencilla mejora se ha conseguido transformar a este Toyota Prius+ en un verdadero monovolumen. Acomodados en los asientos delanteros se alcanza rápidamente la postura de conducción más adecuada debido a los numerosos reglajes existentes en ellos como en el volante (altura y profundidad) y el espacio para las piernas se muestra suficiente. El túnel central (donde ya hemos dicho que se sitúan las baterías) no resulta molesto para las piernas y además sirve para localizar un posavasos, varias zonas donde situar pequeños objetos e incluso una guantera que, a la vez, sirve como apoyabrazos.

Pero es en la zona de la segunda fila de asientos donde no tiene nada que envidiar a sus rivales (aunque no existe ninguno que pueda calificarse como tal): los tres se pueden deslizar longitudinalmente hasta 18 cm, además de reclinarse o abatirse total o parcialmente, pueden acoger cualquiera de ellas a un adulto y además el espacio para las piernas es muy amplio, sin ningún túnel de transmisión que dificulte el viajar cómodamente.

El acceso a las dos plazas de la tercera fila se realiza muy fácilmente, gracias a la modularidad de la hilera anterior, y aquí también pueden viajar dos adultos (no están restringidas a niños como en otros muchos modelos del mismo segmento), tanto por espacio para las piernas como por cota de altura. Si bien entonces la capacidad del maletero se ve notablemente reducida.

El habitáculo es muy luminoso debido a la gran luna delantera, pero sobre todo a la amplia superficie del techo panorámico, dividido en dos mitades, que montaba esta versión y, en menor medida a la mayor superficie acristalada lateral. A lo que hay que sumarle el revestimiento en colores claros de todo el interior. La sensación resulta agradable aunque, como todo, tiene sus contrapartidas, que en este caso pueden materializarse en molestos reflejos o en no poder quitarse las gafas de sol en su interior… 😉

Las diferencias con su hermano de 5 plazas continúan en el salpicadero, no tanto por el tacto de los materiales empleados como por el nuevo diseño de algunas zonas. El volante es exactamente el mismo y la parte superior del salpicadero, donde se ubican todos los indicadores que nos permiten controlar los diferentes parámetros de “nuestro” vehículo también. De ahí hacia abajo es todo nuevo y para nuestro gusto con un diseño más conseguido. La pantalla táctil, de grandes dimensiones (7 pulgadas) que muestra la información del sistema híbrido, y desde donde se controla el equipo de audio y el navegador, presenta una disposición ligeramente más vertical, pero aunque supone una sustancial mejoría aún se producen molestos reflejos, sobre todo cuando llevemos el techo panorámico completamente abierto.

El botón de arranque está más accesible para nuestra mano derecha, pero la palanca que nos sirve para controlar el cambio automático ha cambiado su anterior ubicación y, a pesar de situarse más cerca del aro del volante, queda parcialmente escondida por este, con lo cual en ciertas maniobras es necesario realizar alguna contorsión para ver lo que estamos haciendo (sobre todo los primeros días de uso…). También nos han gustado más los controles del sistema de climatización que, además, resulta suficientemente potente para alcanzar una temperatura de confort de forma rápida, aspecto muy importante en un modelo con más volumen interior y tan luminoso como este.

Por lo demás presenta suficientes huecos en la consola central y en las puertas así como en las guanteras (hasta un número de tres) donde depositar todos los objetos que habitualmente llevamos encima.

Equipamiento

La versión que hemos tenido ocasión de probar es la denominada EXECUTIVE, la más equipada de toda la gama, y casi podríamos decir que no hemos echado en falta nada…

De las tres variantes posibles del Toyota Prius+, desde el modelo de entrada a la gama, denominado ECO ya encontramos elementos tales como:

  • 7 Airbags
  • Asistencia arranque en pendiente (HAC)
  • Control de Crucero
  • Control dinámico de estabilidad (VSC+)
  • Luces diurnas tipo LED
  • Radio CD con 6 altavoces
  • Sensor de lluvia
  • Sistema multimedia Toyota Touch

El siguiente nivel de equipamiento se corresponde con el acabado ADVANCE, que sobre el anterior incluye:

  • Cámara de visión trasera
  • Faros antiniebla delanteros
  • Head Up Display
  • Llantas de aleación 17″
  • Sistema de entrada y arranque sin llave
  • Sistema Touch Tracer
  • Techo panorámico

Por último se sitúa el acabado EXECUTIVE (el de la unidad de pruebas) que añade los siguientes elementos:

  • Asientos delanteros calefactables
  • Control de crucero adaptativo (ACC)
  • JBL Green Edge con amplificador y 8 altavoces
  • Sistema de ayuda al aparcamiento (IPA)
  • Sistema multimedia Toyota Touch PRO
  • Sistema de seguridad Pre-colisión (PCS)
  • Tapicería de piel sintética color aqua/gray

El precio base con este nivel de equipamiento es de 37.600 euros, a lo que hay que sumar 625 euros de la pintura Blanco Perlado que incluía la versión probada (única opción disponible sobre este nivel de equipamiento). Lo que supone un precio final de 38.225 euros, pero existe una promoción vigente en estos momentos (hasta el 31 de Agosto) que supone un ahorro de 2.300 euros, con lo que el precio final se sitúa en 35.925 euros.

Evidentemente no se trata de ninguna bicoca existiendo monovolúmenes, incluso dentro de la propia marca (por ejemplo el Toyota Verso) que ofrecen tanto o más espacio y un equipamiento también muy completo por un precio notablemente inferior. Pero como comentábamos al principio de este artículo estamos ante un vehículo único que aúna en un solo modelo las vertientes familiar y ecológica y eso, evidentemente, tiene un precio. Solo os queda decidir a vosotros si estáis dispuestos a pagarlo por ser una familia respetuosa con el medio ambiente…

Maletero

El maletero debería ser otro de los grandes beneficiados por el aumento de cotas de este modelo respecto a su “hermano” de 5 plazas. Y lo ponemos en condicional porque no termina de sacar todo el provecho esperado de sus 8 cm más de batalla y 15,5 cm extra de longitud.

Con las 7 plazas desplegadas el volumen de maletero disponible es de 200 litros, en el mismo orden que otros posibles rivales (155 litros del Toyota Verso de 7 plazas o 208 litros del Renault Grand Scénic 7 plazas), pero donde sí se ve ligeramente penalizado es cuando se pliegan esas 2 últimas plazas. En ese caso el volumen del maletero se conforma con 505 litros, deslizando hacia adelante al máximo la segunda fila, bastante por detrás de los 702 litros que proporciona el mencionado Renault Grand Scénic, aunque aquí sí que se permite superar los 440 litros del Toyota Verso.

Todo ello debido fundamentalmente a la imposibilidad de escamotear los asientos de la tercera fila debajo del piso por lo que al final la capacidad se ve notablemente reducida, ventaja con la que sí cuenta el representante francés. En cualquier caso el volumen de carga es significativamente mayor que el Prius convencional, sobre todo si lo medimos hasta el techo, gracias a esos 8,5 cm extra en altura. En el caso de llevar todos los asientos traseros plegados el volumen máximo de carga asciende hasta los 1.035 litros, por los 982 litros del Toyota Verso o los impresionantes 1.863 litros del Renault Grand Scénic…

Lo que es de agradecer es que contamos, debajo del suelo del maletero, con una práctica cajonera de unos 60 litros de capacidad donde guardar los triángulos de señalización o cualquier tipo de objetos que no queramos que queden expuestos a las miradas de curiosos, aunque esto último tampoco será muy complicado pues en esta versión hay una práctica lona que cubre el maletero y los cristales traseros están tintados. Si retiramos esta cajonera tendremos acceso a la rueda de repuesto de tipo galleta y las herramientas necesarias para su sustitución.

Motor

Respecto a la motorización de gasolina que monta este Toyota Prius+ no hay diferencias con la versión empleada por su hermano pequeño, con el que le comparamos recurrentemente en esta prueba. Sucintamente os recordaremos que estamos ante un cuatro cilindros de gasolina, de ciclo Atkinson (más eficiente a costa de una menor potencia), con 1.798 centímetros cúbicos, que entrega una potencia máxima de 99 CV a 5.200 rpm y un par de 142 Nm a 4.000 rpm. Las emisiones de CO2, en ciclo combinado, son de 101 g/km con llantas de 17 pulgadas (las que montaba la versión probada), que se reducen a 96 g/km si se emplean las de 16 pulgadas.

Evidentemente lo peculiar de este modelo es que el propulsor de gasolina se ve apoyado por un motor eléctrico síncrono, de imán permanente, que es capaz de proporcionar 60 kW adicionales de potencia (para un total de 136 CV cuando funcionan conjuntamente) y un par motor de 207 Nm. La mayor diferencia se encuentra, como ya comentamos en el día de ayer, en las baterías. No sólo por la ubicación (pasan del suelo del maletero a la consola entre piloto y copiloto) sino por su composición al ser de ión-litio en vez de níquel metal-hidruro. A pesar de que su capacidad absoluta es menor (1 kWh en vez de 1,3) destacan por un más optimizado ciclo de carga y recarga, además de que esta última se realiza mucho más rápidamente, lo que al final se traduce en un funcionamiento mejorado en la conducción, sobre todo urbana con constantes paradas y arrancadas. La energía está disponible mucho antes y de forma mucho más eficiente.

Las prestaciones se ven ligeramente mermadas frente al Prius debido a dos aspectos fundamentales: la aerodinámica, con un Cx de 0,28 frente a 0,25, y el mayor peso de 1.565 kg respecto a los 1.420 kg. No obstante son suficientes para el día a día, con una velocidad máxima de 165 km/h y una aceleración de 0 a 100 km/h en 11,3 segundos.

El cambio es el conocido automático CVT (tipo continuo variable) de la firma japonesa al que es necesario acostumbrarse por el resbalamiento inherente a su concepción, pero que se muestra ideal en una conducción relajada para obtener la máxima eficiencia energética del grupo motopropulsor.

Comportamiento

Hay que ser plenamente conscientes del vehículo que estamos conduciendo, por tanto es necesario cambiar inmediatamente el “chip”. Como hemos visto en el apartado anterior las prestaciones no son nada “del otro mundo”, debido a un motor voluntarioso pero que se ve superado por las circunstancias, especialmente si el vehículo se encuentra cargado con 5 plazas más equipaje o se utilizan las 7 disponibles.

Esto se manifiesta aún más en los momentos en los que no cuenta con el apoyo de la reserva de energía acumulada en las baterías. La potencia es demasiado justa y hay que tomarse los adelantamientos con calma y anticipando la maniobra. Además al pisar el acelerador para sobrepasar a otro coche o incorporarnos a una autovía, nos acompañará un sobrerégimen que genera un sonido no muy agradable, sobre todo si lo comparamos con la quietud y el silencio que muestra cuando se rueda a velocidades mantenidas.

En este ámbito (el de las autopistas y autovías) es posible mantenerse siempre dentro de las velocidades legales sin demasiado problema, incluso cargados. Aquí el motor eléctrico siempre le resta trabajo al de gasolina, contribuyendo a rebajar notablemente los consumos (unos 5,4 litros/100 km en nuestras mediciones). Igualmente es de agradecer su presencia a la hora de pisar a fondo el acelerador (modo POWER) para realizar un adelantamiento, con una notable e inmediata entrega de par.

Hay dos dispositivos que nos han encantado por su contribución a mejorar la seguridad activa de este modelo, que son: el visor Head-up Display que proyecta la información más importante del vehículo en el parabrisas, pudiendo visualizarla sin apartar la vista de la carretera y manejando la información desde los botones del volante multifunción y, sobre todo, el Control de Crucero Adaptativo (ACC), que mediante un radar mantiene la distancia de seguridad correcta con el vehículo que nos precede, disminuyendo nuestra velocidad automáticamente en caso necesario y volviéndola a subir hasta el límite programado cuando el vehículo de delante acelere nuevamente.

En carreteras de tipo Redia o nacionales, no puede ocultar su volumen y peso, además de un motor de gasolina poco propicio para una conducción “viva”. Sale más a cuenta llevar un ritmo fluido, sin bruscas aceleraciones y frenadas apoyados por la suavidad del cambio automático CVT, con lo que obtendremos buenas medias y siempre dispondremos de la reserva de aceleración que proporciona el motor eléctrico, que recargará las baterías en retención. De todas formas por chasis, suspensiones, dirección eléctrica y neumáticos no responde nada mal a solicitaciones más deportivas por nuestra parte y oiremos antes las quejas provenientes de los ocupantes del resto de asientos que nos pedirán que nos tomemos las cosas con calma…

Lo que ponemos en su “debe” es el tacto artificial de la frenada al que seguimos sin acostumbrarnos. No tanto por su capacidad de detención que estimamos como buena, sino por las sensaciones que trasmite el pedal del freno, parte fundamental del sistema de recuperación de la energía cinemática. Seguramente con el paso de los kilómetros acabaremos acostumbrándonos pero, por ahora, es un peaje a pagar en cuanto a agrado de conducción.

Pero donde este modelo se muestra como un auténtico prodigio es en el ámbito urbano, ya que trabajan conjuntamente de manera inmejorable tanto el grupo propulsor (gasolina y eléctrico) como el cambio que, ahora sí, saca a relucir todas sus ventajas.

Una vez acostumbrados a las peculiaridades de su conducción podríamos decir que resulta hasta adictivo y en muchas ocasiones nos encontramos “picados” con nosotros mismos para realizar una conducción cada vez más eficiente: arrancando suavemente en los semáforos, circulando en el modo EV, para evitar el funcionamiento del motor de gasolina y recurriendo a la más mínima oportunidad a la frenada regenerativa, con la anticipación necesaria, para recargar las baterías.

En estas circunstancias, gracias al modo ECO, obtuvimos consumos bajísimos, inalcanzables para otros modelos y menos de las dimensiones de éste. Estamos hablando de cifras que se mueven por debajo de los 5 litros reales (no de homologación). En ello también tiene buena parte de “culpa” el eficiente sistema Stop&Start que apaga el motor térmico a la más mínima oportunidad.

Una vez estacionamos el vehículo, valiéndonos o no del Sistema de Ayuda al Aparcamiento que equipaba esta versión (que al final prácticamente nunca utilizaremos, salvo las primeras veces por la curiosidad que genera o “vacilar” a algún amigo…), nos encontraremos con uno de esos misterios insondables que a veces nos depara esta profesión: resulta de todo punto ilógico que un modelo paradigma de la última tecnología y de la movilidad ecológica disponga de un “obsoleto” freno de estacionamiento mecánico, accionable mediante el pie, y que se ubica en una posición totalmente inadecuada, pues si llevamos el pie izquierdo constantemente en el reposapiés (lo propio en el caso de un vehículo dotado de cambio automático) nos daremos constantemente con él en el tobillo.

Veredicto coches.com

Para todos aquellos usuarios que necesiten un verdadero monovolumen, bien por el número de pequeños miembros del clan familiar o bien por necesidades de espacio a la hora de viajar y, además, quieran hacerlo con uno de los vehículos tecnológicamente más avanzados del momento, respetando el medio ambiente, este Toyota Prius+ puede ser su vehículo.

Además podrán desplazarse diariamente al trabajo o a realizar la compra entre el caótico tráfico de su ciudad con un consumo de combustible francamente reducido (imposible de alcanzar en muchos casos incluso para modelos urbanos o diésel). El inconveniente está en el precio a pagar para sacarlo del concesionario, más elevado que el de otras posibles opciones de compra de la competencia… ¡Ah, ya me he vuelto a olvidar!, que este Toyota Prius+ de momento no tiene rivales, erigiéndose en el único representante dentro del segmento de los monovolúmenes híbridos. Quizá a no mucho tardar otras marcas sigan el mismo camino, pero de momento si optas por él te convertirás en un auténtico pionero…

Galería de fotos:

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