Criticado por ser un simple clon de gama alta del Toyota iQ, el Aston Martin Cygnet ha sufrido muchos ataques desde que llegó al mercado por «atentar contra la tradición de deportivos de la marca de Gaydon». Sin embargo, cuando lo disfrutas durante unos días encuentras algunos encantos y ves que es un coche no carente de interés.
¿Pero por qué Aston Martin, archifamosa por hacer superdeportivos se pone a hacer un controvertido urbano? Ya hemos hablado aquí de las leyes anticontaminación que marcarán el futuro de los coches… Este es sin lugar a dudas el motivo de que Aston Martin se lanzase a tener en su gama este: reducir las emisiones de contaminación medias.
Para no perder exclusividad, se habló de que el Aston Martin Cygnet solo pudiese ser adquirido por alguien que ya tuviese un Aston Martin. Cuando recogí en el concesionario Aston Martin de C. de Salamanca en Madrid, (tras innumerables faxes de permisos que fueron y volvieron a… ¿Alemania?), este tema salió en la conversación.
Lógicamente es difícil de llevar esto a la práctica: ¿cómo prohibes a alguien que compre tu producto? ¿Se podría evitar que se crease un mercado de segunda mano para todos esos clientes que quieren lujo para el día a día pero no son apasionados de la velocidad? Muy difícilemnte. Es como si Mercedes te «obligase» a ser dueño de un SLS AMG a todos aquellos que quisieran comprar un Smart Brabus, uno de los rivales principales de este coche. Pero de los posibles rivales y clientes tipo de este coche tan especial hablaremos más tarde… Porque antes debemos responder a una duda razonable. ¿Por qué Aston Martin eligió Toyota y no a otro fabricante?
La empresa de Gaydon no tuvo dudas para elegir a la marca japonesa: «son líderes mundiales en calidad, fiabilidad y volumen de ventas. Ambas compañías comparten su filosofía de buscar la excelencia en ingeniería e innovación sin perder la pasión por los coches», aseguran en la información oficial.
Pero aparte del envoltorio, poco tiene que ver el Cygnet con el IQ cuando uno conoce el proceso de fabricación que lleva a cabo Aston Martin. Incluso la pintura del Toyota se retira (por supuesto a mano), para ser reemplazada por una mucho mejor «made in Gaydon». ¿Te parece absurdo? Bienvenido al fascinante mundo de lujo, de la pasión por encima de cualquier racionalidad. Bienvenido al Aston Martin Cygnet.
Exterior
Las medidas del Cygnet, como debe ser la de cualquier belleza de la pasarela, son ajustadas: El pequeño urbano mide 3 metros de largo y 1,68 metros de ancho, de ahí que tan solo tenga cuatro plazas (las traseras son más que justas, sobre todo para adultos), aunque en esta foto que tomamos junto a un Smart ves que es más grande sin que por ello pierda un ápice para aparcar con facilidad.
Donde destaca es en el peso que marca en la báscula (también en esto se parece a las modelos de pasarela): Se queda en solo 988 kg.
La parte del coche que primero te conquista son las ópticas y esa agresiva parrilla gigante heredada de sus hermanos mayores de la insignia alada. También las tomas de aire en el capó delantero hacen que el coche se reconoce enseguida por un Aston Martin y la gente lo señala por la calle… (y te lo dicen los vecinos con envidia cuando subes con ellos en el ascensor): «Lo que tienes ahí abajo… ¿es un Aston Martin, verdad?» No sabes si agachar la cabeza o pedir perdón. Pero demonios, claro que es un Aston Martin. Si hubiese sido un Toyota IQ jamás me habrían dicho nada, ni vería marcas de dedos en los cristales, ni por la calle girarían la cabeza con tanta rapidez, cual niña del exorcista.
Aunque en la visión lateral sí se parece más a un IQ, numerosos detalles te indican que no es «un cualquiera»: branquias laterales, inserciones metálicas… Os prometo que nunca había llamado tanto la atención conduciendo un coche tan pequeño. Pero la gente no te señala. Solo te mira… con envidia.
Interior
Envidia… Uno de los siete pecados capitales. Pero este coche despierta otros instintos y pasiones… Porque su interior es de auténtica lujuria. Ahí dentro si que no parece en absoluto que estés dentro de un Toyota IQ. Los pequeños nipones llegan a la fábrica de Gaydon y son desguazados con precisión de cirujano. Luego los mejores artesanos rediseñan el interior al estilo de Aston Martin, con una profusión de materiales de calidad suprema: hay cuero y Alcantara absolutamente por todas partes: ¡hasta en los asideros de las puertas!
Nunca había visto esa calidad en un urbano, semejante combinación de tonos, pieles y costuras a mano (¿cuántas puntadas habrá que dar en un Cygnet?). Pero en ningún momento te da sensación de ser cargante, ya que los distintos materiales y colores han sido colocados con un gusto exquisito para destacar los distintos elementos.
Los asientos y el puesto de conducción son realmente cómodos y el cuerpo se adapta a la perfección. Las butacas delanteras, de piel negra y blanca, tienen los reposacabezas integrados con el logo Aston Martin.
Vamos a buscarle las cosquillas a este coche de lujo: Las plazas posteriores son inservibles para un adulto, como puedes ver en la imagen de la izquierda. De todos modos, para un apuro y un viaje corto pueden servir. Hay anclajes Isofix por si se quiere llevar una sillita con un bebé, aunque no me quiero imaginar tener que meterla todos los días, porque el acceso no es fácil.
Una solución que en principio puede resultar extraña es que en la consola central no verás la radio. Ni un mínimo atisbo de información siquiera. Los datos de la emisora que escuchas, o la canción de tu MP3 o iPod o iPhone (tiene conexión Aux, por supuesto). En lugar de ello, todo es controlable desde un pequeño joystick en el volante que manejas con un solo dedo. Pensaba que iba a ser un incordio, pero te acostumbras enseguida a utilizarlo. Después de tres días con el coche, me pregunto cómo no hay más marcas que lo hayan adoptado. El tact de volante, muy grueso y de cuero de altísima calidad, es simplemente, excepcional.
Esta solución ayuda a que la consola central sea minimalista al máximo. Solo «molestan» los mandos del climatizador, en forma de triángulo invertido, muy integrado en el diseño. Sobre él, una pequeña pantalla que da información de cinturones y airbags, encastrada en cuero blanco. Abajo hay un pequeño espacio para dejar el móvil, ya que está cerca de las conexiones… también en cuero banco, con un logo en azul claro. Aparte de eso no hay demasiados huecos para dejar objetos.
La guantera es algo precioso y elegantísimo, una cartera de cuero en la derecha del salpicadero, pero ahí llevas los papeles del coche… y punto. En la puerta puedes dejar alguna cosa más, pero destaca más el excepcional acabado y el juego de colores con los distintos cueros y materiales que el espacio disponible.
Está claro que en el interior no tiene nada que envidiar a sus hermanos mayores y que los artesanos de Gaydon lo trataron con el mismo mimo que a cualquier superdeportivo (como cualquier madre, que da las mismas oportunidades a todos sus hijos… aunque uno le salga un poco canijo).
Equipamiento
El urbano de Gaydon incluye de serie todos los elementos fundamentales de seguridad: control de estabilidad DSC, el de tracción ASR, los de frenada: ABS, EBD y EBA, así como nueve airbags.
No faltan detalles como el arranque sin llave, el climatizador, la calefacción en los asientos delanteros, ordenador de abordo multifunción y el navegador.
Entre la opciones disponibles, destacan las llantas de 16 pulgadas, las rejillas del capó, el difusor de aire trasero o los cuatro colores especiales para la carrocería (con unos nombres bien rimbombantes: Red Lion, Yellow Kangaroo, Viridian Green o Blue Cobalt).
Hay hasta seis combinaciones de materiales nobles disponibles para el interior (que no se quedan atrás en nombres (como Dark Moka, Bitter Chocolate, o Dark Storm). En definitiva, un estándar de calidad nunca visto en este segmento.
Como puedes ver, el grado de personalización es altísimo. Nuestra unidad tiene el acabado White. La pintura blanca tiene detalles plateados, cromados y llantas de aleación torneadas en diamante en color blanco, mientras que el interior de esta versión cuenta con asientos hechos a mano, tapizados en piel ‘Pearl White’ con inserciones en Alcántara.
Cuando lo devolví, pude ver una unidad lista para entregar a un cliente (que sí, que se vende…) con el acabado Black. Si la nuestra busca la elegancia, aquella tenía un toque más deportiva. Su pintura negra Magic Black metalizada con efecto verde mar contrastaba con los detalles cromados y las rejillas de lamas en negro mate. En el interior, los asientos y el salpicadero están terminados en piel negra y perforados en forma de diamante. Detalles en cromo oscuro adornan la cabina mientras que la chapa del icono de las alas es totalmente en negro. Allí también supe (aunque no las vi), que las dos versiones incluyen de serie un juego de maletas Bill Amberg a medida, para que se adaptaden al pequeño maletero del Cygnet.
Motor
El Cygnet únicamente está disponible con un motor de gasolina 1.33 Dual VVT-i de 98 CV. La unidad que nosotros tuvimos la ocasión de probar, llevaba un cambio CVT, una caja automática de variador continuo, más cómoda para conducir en ciudad. Eso sí, para tenerlo debes pagar 1.435 euros más (de serie monta el manual de cinco velocidades).
El consumo medio oficial del Cygnet con cambio manual es 5,0 l/100 km. La versión automtica que probamos consume 5,2 l/100 km. La cifra es muy buena para la potencia que tiene… aunque imaginamos que los potenciales clientes
Nadie pensó en agregar un escape deportivo… Y lo sabemos de buena tinta ya que un amigo francés (que coordina el fantástico blog Bleinheim Gang) me dijo que lo había preguntado en la presentación, pero parece que no hubo ni una voz a favor de semejante propuesta. Imaginamos las emociones mecánicas de este propulsor no serán un sinfín de sensaciones ni se nos caerá la baba como con los acabados interiores… pero vamos a ver qué tal se comporta.
Comportamiento
Cualquiera que haya tratado de adentrarse en la ciudad al volante de un Aston Martin «de los de siempre» probablemente nunca volverá. Es una odisea intentar controlar esas fieras en medio de un atasco. Algo así como llevar un tigre famélico sujeto una correa e intentar cruzar por un rebaño de ovejas: No debería ni se merece estar ahí.
Si embargo, el Cygnet se mueve en ciudad como pez en el agua. Su motor responde a la primera y el cambio automático lo hace comodísimo de utilizar. Se trata de un peso ligero y eso se nota en las maniobras entre el tráfico, que realiza sin vacilar. Su dirección es suave, pero muy ágil y precisa al mismo tiempo Y todo esto rodeado de un lujo infinito (dios, qué fácil se acostumbre uno a esto).
Pero aunque el Cygnet está pensado para moverse por zonas urbanas con elegancia (no vamos a entrar en detalles de lo obvio, que se aparca de maravilla) para unos días que podemos disfrutar de un Aston Martin, no nos resistimos a probarlo en unas curvas de montaña. ¿Tendrá en sus genes algo de su noble estirpe?
Puede que el motor no tenga ni media docena de cilindros, pero realmente quedé sorprendió de la velocidad de paso por curva de Cygnet y su capacidad de agarre. Un diez en estabilidad, gracias a la anchura de su chasis lo bajo que va con las suspensiones tipo Macpherson.
Y todo ello sin que las ayudas electrónicas como el control de tracción y de estabilidad se muestren excesivamente intrusivos. Se puede disfrutar sin problemas. Además, gracias a su peso, los frenos no se agotan y frenan al coche en cualquier circunstancia y los neumáticos 175/60 R16 se pegan al suelo de forma sorprendente. A veces incluso echaba de menos ese escape deportivo por el que preguntó mi colega galo… porque el motor se mostraba suficiente en la gran mayoría de las circunstancias.
Veredicto coches.com
Es un coche perfecto para realizar trayectos cortos. No realizamos muchos kilómetros seguidos con él, pero es tan cómodo que no me importaría hacer un viaje ya que seguro que apenas notaría la fatiga propia de otros microurbanos.
Es precioso por fuera y, sobre todo, por dentro. Gusta a todo el mundo y llamas la atención, pero de forma discreta.
Y ahora… ¿Me lo compraría el octavo modelo de la gama Aston Martin? No, porque aunque reconozco que me encantó, que pasé unos días fantásticos con él y que me parece uno de los urbanos más elegantes de la historia del automóvil, no puedo permitírmelo. Como todo lo que lleva el emblema Aston Martin, se paga su peso en oro. Su precio parte de los 39.959 euros (no inluye llantas, acabados especiales o cambio automático que sí lleva nuestra unidad.
Cuesta tres veces más que un Toyota IQ, y cuatro veces lo que un Seat Mii o un Skoda Citigo, por poner dos ejemplos de microurbanos que hemos probado hace poco (menos potentes eso sí, pero con cuatro/cinco plazas reales y un maletero de verdad).
¿Y a quién esperan vendérselo? Lógicamente, gente urbana de clase alta, que en la mayoría de los casos (un 99,99%) tiene otro (u otros) coches en casa. Esos clientes que se mueven por ciudad bastante y que hasta ahora (lleva menos de un año a la venta) no tenían mucha oferta tan distinguida. Se quieren lanzar a la yugular de modelos como el Abarth 5oo (probamos el Abarth 500 Cabrio) o el Smart Brabus, respecto a los que aporta muchísimo más refinamiento a costa de perder algo de tacto deportivo… y pagando un sobrecoste bastante alto.
También es cierto que no todo el mundo busca prestaciones y sensaciones racing en un coche, sino que prefieren comodidad y facilidad de uso. A ellos, con una buena cuenta corriente, va dirigido este Aston Martin Cygnet. Por eso hay gente que entra en los concesionarios a preguntar (y a comprarlo). Nunca será un superventas, pero sí un porducto excelentemente rematado.
Antes de pasar a ver las cien fotografías que le hicimos al primer Aston Martin que pasa por coches.com (y hemos descartado muchas más), nos gustaría que conocieras el proceso artesanal de este coche. Son necesarias nada menos que 150 horas para producir cada vehículo, como puede verse en este vídeo de la revista Esquire:
- Imagen y exclusividad
- Acabados interiores realmente artesanales
- Consumos del motor
- Escasez de motores y deportividad
- Habitabilidad
- Precio
Galería de fotos: