Probamos coches cada semana. Más o menos rápidos, más o menos lujosos y cuesta que te sorprenda. El Aiways U5 lo hizo. Se trata de un SUV eléctrico chino, algo que, en principio, puede hacer aflorar prejuicios. Pero nos llamaba poderosamente la atención que el coche hubiese sido candidato a coche del año (el galardón de 2022 se lo llevó otro SUV eléctrico, el Kia EV6) y que apenas necesitase cinco años para pasar de la idea al concesionario.
Con tan poco tiempo de dessarrollo, uno esperaba muchos más defectos de juventud. Es algo que ves incluso en marcas centenarias (para eso se inventaron los restylings o puestas al día). Pero el coche está realmente bien. Decíamos en nuestra prueba a fondo que el cuadro de instrumentos no nos convencía demasiado, así como el sistema de infoentretenimento o el negrio piano por la consola, pero son apreciaciones que vemos en muchos modelos, no se trata de un fallo estrepitoso.
Se trata luego de un SUV muy cómodo en marcha, que nos recordó mucho al enfoque del Skoda Enyaq, que también probamos muy a fondo. El checo gana en maletero pero el Aiways en plazas traseras, que son una auténtica pasada.
Dinámicamente, quizá el Skoda esté por delante en espacios angostos al tratarse de un coche de propulsión y al eje delantero del Aiways le cuesta un poco gestionar toda la potencia del propulsor eléctrico en arrancadas, algo que no impide que se trate de un coche seguro. Además, con el apoyo de CATL, una de las grandes multinacionales de las baterías, en el accionariado, seguro que la marca mejorará su potencia de carga –algo por detrás de otros SUV eléctricos– y el consumo, que es muy parecido al de otros modelos.
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