Los descapotables han ido a menos en los últimos años. Parece que su época dorada pasó y la demanda ha caído considerablemente, lo que ha hecho que los fabricantes hayan retirado la mayoría de modelos y hayan centrado sus inversiones en lo que funciona (los SUV, básicamente). Hace poco probamos el BMW Serie 4 Cabrio y mencionamos lo triste es que se perdiera este tipo de carrocería tan pasional y purista. Apenas quedan dos decenas de ejemplares que pueden ir a cielo descubierto y el alemán podría ser de los más completos.
Aunque hablar del descapotable definitivo son palabras mayores, el Serie 4 Cabrio es de los más completos. Los hay mucho más lujosos y potentes, pero no tan redondos para el día a día. Si quitamos esos modelos de firmas super exclusivas, que superan fácilmente los 200.000 euros, quedan pocos modelos de este tipo que sean accesibles para un uso diario. El Mazda MX-5 es el más popular con esta carrocería y también el más purista, pero tiene algunas limitaciones que se superan con el BMW.
La primera ventaja son las cuatro plazas que permiten un extra de habitabilidad. Vale que son muy justas para albergar a adultos, pero están ahí y servirán en caso de necesidad. Además, el maletero no está nada mal con 300 litros descapotado y hasta 385 litros cuando vamos con la capota puesta. Por no hablar de que el interior, además de ser amplio, tiene un nivel de calidad muy aparente. En BMW han cuidado los materiales escogidos y la construcción es robusta, definitivamente el Serie 4 Cabrio destaca para bien en este aspecto.
El tema del equilibrio que mencionamos también tiene que ver con su comportamiento. La gama mecánica de este descapotable b para todos los gustos. Van desde los 184 hasta los 530 CV, teniendo disponibles motores de cuatro y seis cilindros, con tracción delantera o total. El 430i que probamos está en la zona intermedia y deja sensaciones placenteras. Tiene tacto de «gran turismo», con un confort en marcha notable y ciertas sensaciones deportivas.
En definitiva, el BMW Serie 4 es uno de los descapotables más redondos y podría ser el más interesante del mercado actual. Eso sí, hay que tener en cuenta que se trata de un coche de disfrute que se compra más con el corazón que con la cabeza. De hecho, no todo el mundo puede acceder a él, pues tiene un precio de partida de 62.700 euros que puede ser bastante superior en una configuración más trabajada.
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